El Valencia dio ayer un primer paso a la hora de aligerar la nómina de defensas que no entran en los planes de Pako Ayestarán. En espera de encontrar una solución in extremis para Aderlán Santos y Aymen Abdennour, el primero en salir ha sido Lucas Orban. Ayer se hizo oficial la salida del lateral izquierdo argentino a las filas del Genoa italiano.

Después de unas largas negociaciones y ante la imposibilidad de acordar la carta de libertad, el Valencia finalmente sí ha logrado que el Genoa acceda a pagar una cantidad simbólica en concepto de traspaso.

Orban, de 27 años, llegó al Valencia en agosto de 2014 a cambio de 3,5 millones de euros procedente del Girondins de Burdeos. En su primera temporada en Mestalla fue utilizado con más frecuencia por el técnico Nuno Espirito Santo, aunque quedaría eclipsado al coincidir con la eclosión del joven José Luis Gayà en el carril izquierdo. Orban, futbolista con muchas inquietudes más allá del césped, bajó su protagonismo en la temporada siguiente, y tampoco se logró reivindicarse en su posterior cesión al Levante.

Por otro lado, el Valencia continuaba ayer porfiando por traer al defensa argentino Ezequiel Garay, de 29 años. El club blanquinegro tiene un acuerdo total con el internacional albiceleste, representado por Jorge Mendes, pero el bloqueo llega por parte del Zenit. El club de San Petersburgo no se opone al traspaso, pero lo dificulta ante la exigencia de que la modalidad de pago sea inmediata, al contado, para poder equilibrar su «juego limpio financiero». Una pretensión que de momento no puede asumir el Valencia, cuyos acuerdos con el Arsenal y el Barcelona en las operaciones de Mustafi, Paco Alcácer y André Gomes están fraccionadas en pagos aplazados.

Los 23 millones de la CE

Descartada queda la opción de que hoy, en las últimas 24 horas de mercado, venga un delantero estrella. A pesar de que las ventas han generado un saldo muy positivo, el club debe provisionar 23 millones de euros (incluidos los intereses) para afrontar la multa impuesta por la Comisión Europea, y que se hará efectiva en noviembre, con independencia del resultado del recurso.