El presidente del Villarreal, Fernando Roig, insinuó ayer que la imagen que ofreció el equipo en la última jornada de Liga, ante el Sporting, fue clave en la decisión de destituir a Marcelino García Toral como técnico de la primera plantilla antes de comenzar la presente temporada.

El Villarreal afrontó aquel partido con la cuarta plaza asegurada y sin posibilidad de mejorar la clasificación, mientras que el Sporting se jugaba la permanencia en Primera División.

En los días previos al encuentro, Marcelino, criado deportivamente en Mareo, admitió abiertamente que su deseo era que el Sporting se salvase y que decir otra cosa sería mentir. El Sporting ganó ese partido y el rendimiento ofrecido por el Villarreal fue duramente criticado por sus rivales en la lucha por no descender.

«En este club las decisiones las tomas el presidente. Lo bueno y lo malo. Por ello las decisiones que se han tomado este verano las he tomado yo porque las cosas no me gustaban», dijo Rog ante los medios.

«Este es un problema que viene de final de temporada. Es un problema de honradez del Villarreal. No puede venir alguien y hacer algo que va en contra de lo que este club cree y piensa que se debe hacer», añadió. «Esta no es una cuestión de problemas con- jugadores, ni con Musacchio, ni de nada de eso. Es un problema de que se hicieron las cosas como no se debían», agregó.

Además, aseguró que no se decidió destituir a Marcelino en aquel momento debido a que el equipo acabó la temporada en la cuarta posición y no querían cambiar, pero añadió que «las cosas ya no funcionaban bien y los signos que había eran malos».