Corría el año 2002 y los ídolos de los niños valencianos no eran Messi ni Cristiano Ronaldo, sino Albelda, Baraja, Cañizares o Ayala. El Valencia CF de Rafa Benítez había ganado el título de Liga 2001-2002 tras 31 años de sequía, y el tirón futbolístico que supuso aquella victoria acercó a Mestalla a muchos niños que soñaban con jugar de blanquinegros y emular a sus ídolos.
Uno de esos niños de 6 años acudió, con el equipo de la urbanización en la que residía „en La Pobla de Vallbona, a uno de los partidos amistosos de la Ciudad Deportiva de Paterna, y que servía de captación a los nuevos talentos. Se llamaba Alejandro Grimaldo García (Valencia, 20/9/1995) y lo hizo con la ilusión de poder jugar en el equipo campeón. Tras verlo jugar, los técnicos del Valencia CF vieron en un niño de 6 años una inteligencia futbolística fuera de lo común, y no dudaron un instante en hablar con sus padres para ficharlo.
Quince años después, se vuelve a hablar de Alex Grimaldo. Al igual que se habló de Silva o Nolito; de Bernat o Jordi Alba. Porque a Grimaldo, internacional Sub 21 y actual jugador del Benfica tras su paso por la cantera del FC Barcelona, fue a verlo en persona Pep Guardiola la semana pasada a Lisboa, para ficharlo para el City como en su día el entrenador catalán ordenó la contratación de Juan Bernat en el Bayern de Múnich. Grimaldo es valenciano. Y estaba aquí. Su futuro puede estar en Manchester, junto a Silva o Nolito, quienes también estuvieron en la residencia de la Ciudad Deportiva de Paterna.
«Enseguida que lo vi jugar, en una de esas pruebas que hacíamos, le dije que se iba a quedar en el Valencia CF. Tenía unos seis añitos, y era un chaval de una calidad técnica excepcional y con una visión de juego fuera de lo común». Las palabras son de Vicente Giner, técnico de la escuela de jugadores del Valencia CF durante más de 20 años. «Por mis manos han pasado futbolistas como Silva o Bernat, por ejemplo, y cuando vi jugar a Grimaldo no tenía ninguna duda de que iba a triunfar. Era un niño al que le veía. Técnicamente era un portento, muy inteligente dentro del campo, y hablé con sus padres y con el club para ficharlo», explica Giner.
Alex Grimaldo, hoy en las filas del Benfica portugués, juega de lateral izquierdo. Pero en sus inicios jugaba de centrocampista. «Los niños juegan de todo. Jugaba de centrocampista, de media punta... Lo que quería era jugar. Y su calidad técnica le permitía jugar en cualquier posición», comenta Giner. En la escuela del Valencia CF, a Alex Grimaldo le llamaban «Peque» debido a que no destacaba por su estatura. «No era un chaval grande, ni un portento físico, pero siempre creaba juego en cualquier posición. Por eso, conforme pasaron los años se fue adaptando al lateral izquierdo, pero para un equipo que domine al contrario con la posesión del balón, como los equipos de Guardiola, es perfecto», añade.
Grimaldo pronto comenzó a destacar en las categorías inferiores del Valencia CF. Además de por jugar muy bien al fútbol, por su capacidad de liderazgo. Los ojeadores del FC Barcelona no pararon hasta convencerle de que fuera a La Masia. Y lo ficharon.
