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Raso y junto al palo

Marcelino ganaría en los juzgados

Marcelino ganaría en los juzgados

El fútbol, en sus organizaciones nacionales e internacionales, nunca se ha llevado bien con las leyes sustantivas de los países acogidos a la multinacional FIFA. La Federación Española, de acuerdo con su normativa, más que discutible desde el punto de vista legal, impide que un trabajador, Marcelino García Toral, despedido por su anterior empresa, el Villarreal Club de Fútbol Sociedad Anónima, puede firmar contrato laboral por el Valencia Club de Fútbol Sociedad Anónima. Según juristas expertos en la materia laboral, la negativa federativa podría ser anulada judicialmente por un juzgado español. El problema radica en el hecho de que con lo aficionados que son los federativos a recurrir al auxilio para pecadores, a la UEFA, el club pude ser sancionado. En el fútbol se entiende que van a misa sus reglamentos y no las leyes del país. Con razón, el Conde de Romanones pedía que en lugar de las leyes dejaran a su cargo los reglamentos.

A la Federación la tuvo que derrotar José Cabrera Bazán catedrático de Derrocho Laboral, y anteriormente jugador de fútbol a quien un gobernador civil encarceló por negarse a jugar porque no le pagaban sus salarios en el Jaén, entonces en Primera. Cabrera y Joaquín Sierra Quino, creadores de la Liga de Fútbol Profesional (AFE), derribaron la gran barrera que impedía que un jugador pudiera cambiar de club si este se lo impedía con la norma de que le bastaba ampliarle el contrato con el aumento del quince por ciento de su salario. Era una especie de derecho de pernada que hubo que ganar en los tribunales.

La siguiente gran batalla fue la adscripción a la Seguridad Social, defensa de los futbolistas que se logró tras largas conversaciones y con las presiones de algunas huelgas. Lo de la Seguridad Social se consiguió con ventaja para los clubes, que, sistemáticamente, han venido incumpliendo sus obligaciones y dejando deudas millonarias.

Contra la Federación hubo que luchar en otros aspectos como los de marginar a los futbolistas al no dejarles ni siquiera participar en los entrenamientos. Por cuestiones similares, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Pérez Espinosa le ganó una serie de pleitos a Jesús Gil, que la tomó con varios miembros de su plantilla y entre ellos Setién, Quique Ramos y el fallecido Juan José Arteche. También venció al Betis de Lopera y Real Madrid. La cuestión que afecta a Marcelino y el Valencia tiene el problema de la reglamentación vigente a la que se aferrará la Federación. Tal reglamento puede ser impedimento formal. La letra está en contra del espíritu porque atenta contra leyes laborales válidas para cualquiera de las actividades profesionales de España.

Al Valencia, al entrenador, trabajador en paro a quien se quiere impedir que vuelva a trabajar y a la AFE, que debe defender los derechos de toda clase de asalariados ligados al fútbol, dado que también puede afectar a los jugadores, les queda el recurso de acudir a los tribunales. La sentencia favorable daría paso a una rectificación en las normas que protegen a los trabajadores.

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