Mientras el Valencia busca un entrenador extranjero de renombre internacional, los futbolistas veteranos del club desean, preferiblemente, un técnico español para que se haga cargo del equipo. O, al menos, que se conozca muy bien la Liga. Lo dijeron ayer algunos de los representantes más claros de la historia de la entidad de Mestalla, durante la presentación de la exposición fotográfica «A 90 minuts de la glòria», que se expone en Nuevo Centro hasta el 12 de octubre.

Emocionados por las imágenes en blanco y negro de las finales del Valencia, los invitados hablaron con el corazón. «Siempre lo he dicho. Espero que venga una persona que entienda la idiosincrasia del futbolista del Valencia, del sentimiento valencianista. Que sea trabajador y honesto. Me da igual el nombre, el currículum, hace falta que alguien con hambre y que transmita hambre a los jugadores. Que aprenda a querer a este club. Que tenga respeto por encima de todo», dijo con su habitual naturalidad el exdefensa Ricardo Arias.

La experiencia no debe ser el principal valor del nuevo entrenador. Es la opinión de otra vez autorizada, la de Miguel Tendillo, otro contemporáneo de Voro. «El entrenador idóneo es aquel que cuando entre por la puerta, todos conecten con él. He tenido técnicos con experiencia que han sido muy flojos. Debe ser un entrenador al que el vestuario respete y conecte con el equipo», insistió el defensa de Moncada, autor del gol que salvó al Valencia del descenso en 1984, dos años antes de que se consumara.

«El perfil que necesita el equipo es el de alguien que conozca bien la liga español. Y que no tenga la prisa de sacar adelante al equipo el primer día. Me atrevo a decir que no hacen falta cracks para un equipo que sea el Valencia. Se ha demostrado. Voro, por ejemplo, es un crack», dijo Fernando Giner, otro defensa curtido en Paterna.

A la cita no faltó Pepe Cerveró, el lateral izquierdo del Valencia campeón Copa (1979) y de la Recopa (1980) liderado por Mario Kempes. «Me gustaría alguien como Di Stéfano. Un tipo con mucha personalidad, muy exigente en los entrenamientos y en los partidos. Muy serio, pero con la guasa necesaria para conectar con los jugadores», dijo. «Caparrós no me gusta nada, pero aquí hay buenos entrenadores. Como Fran Escribá. Eso sí, que no venga nadie que intente jugar como Guardiola, no se puede. Para eso hace falta mucha calidad», dijo.