En el presupuesto de la campaña 2015-16, el Valencia ha dejado una provisión de 5,3 millones ante la multa de Hacienda por una serie irregularidades entre 2011 y 2014, con Manuel Llorente primero y Amadeo Salvo después como presidentes. Y en el epicentro de esta sanción, está el pago de las comisiones a los agentes de los jugadores, una práctica habitual en los clubes españoles en los últimos años.

En ese periodo, el Valencia pagaba las comisiones de los traspaso a los agentes sin las retenciones correspondientes del IRPF. Hacienda entiende que este dinero es parte del salario de los jugadores y, por tanto, son estos los que deben ingresarlo y después pagar a los agentes. Hacienda reclama a los jugadores el 46% del IRPF por esas comisiones y denuncia la actitud connivente de los clubes.

La Agencia tributaria cuestiona las sociedades creadas por los representantes, a los que reclama la diferencia entre el impuesto de sociedades (20%) y el tramo de IRPF correspondiente a las personas físicas (46%). Algo muy parecido sucede con los derechos de imagen de los futbolistas. Es, según Hacienda, un salario percibido por el que pagan un 15% de impuestos y Hacienda les exige el 46% del IRPF. Otras irregularidades contempladas por Hacienda en el caso del Valencia están relacionadas con el pago del IVA.

Como consecuencia de esa sanción (y la de 23 millones de la Unión Europea por el aval irregular del Instituto Valenciano de Finanzas al Valencia), el club de Mestalla ha ofrecido un déficit de 31 millones en el presupuesto de la pasada campaña. Es parte de la herencia de los dos expresidentes al nuevo propietario, Peter Lim.

En el lado positivo, el Valencia ha aumentado su patrimonio neto de 48 a 110 millones después de la última ampliación de capital desarrollada por Lim: los 100 millones inyectados en el club por los que el millonario de Singapur ha pasado a controlar el 82% de las acciones.

De cara a la temporada entrante, 2016-17, el consejo de administración dirigido por Lim espera unas pérdidas de 4,4 millones de euros a pesar de la venta de jugadores después de junio de 2016 por valor de 107 millones (por 36,5 millones en compra de jugadores). El Valencia no compite en Europa y eso ha mermado considerablemente los ingresos. El presupuesto ha descendido en cerca de 20 millones respecto a la campaña anterior (de 116 a 96), los gastos en la plantilla también bajan hasta los 47 millones y suben los ingresos de los derechos de televisión hasta los 66 millones, mientras que están estancados los beneficios por la comercialización (12 millones) a falta de un patrocinador principal que no llega.