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«A aquel equipo le faltó más exigencia desde arriba»

El defensa critica la falta de mano dura en el vestuario y recuerda como Ramos Costa perdonó una multa a Rep

Compañeros suyos de la época coinciden en que había equipo para ganar varias ligas.

El club fallaba mucho. No exigía lo que debía. Recuerdo un lunes que no vino Jonhy Rep a entrenar, preguntamos al médico y dijo que estaba con fiebre. Hasta el jueves, el médico no fue a su casa a visitarlo y resulta que no estaba; un vecino le dijo que estaba en Holanda. A la semana siguiente, vino el Sevilla a Mestalla. Hizo un partidazo y marcó dos goles. Uno, un golazo en el que le picó el balón a 'Superpaco' (portero del Sevilla) y la grada se llenó de pañuelos. Ramos Costa bajó al vestuario y le dijo que lo había hecho muy bien. Rep le contestó: 'Yo no contento', refiriéndose a la multa que le habían puesto. El presidente le dio una palmada en la espalda y le dijo que ya no se preocupara más. Se la perdonó. Así, que cualquiera sabía que podía hacer lo que quería. Fue una pena.

¿Tenían el mejor equipo de España aquellos años?

Posiblemente. Después de ganar en Elche 1-4 (septiembre de 1976-77), con Kempes, Diarte y Rep, José María García nos daba ya como campeones. Pero faltaba eso. Pero Diarte cogía la guitarra y se iba unos días, Rep desaparecía. En ese sentido, el club era un desastre. Después de Heriberto Herrera vino Marcel Domingo de entrenador. Otro vividor. Mientras entrenábamos, a veces estaba en el despacho. Bonhoff venía a entrenar con Españeta por las tardes, para que le sacara la ropa y las botas. Si alguien nos hubiese exigido más... No me gusta que a Castellanos, el más solidario en el campo que he visto, le pitaran pese a que no perdía un balón. Había mucha calidad. Solsona, por ejemplo, era buenísimo, pero parece que tenía prohibido correr (bromea). Saura era de los más valientes.

Se ha repetido mucho que aquel equipo era una piña

Sí, nos tomábamos algo juntos después del entrenamiento. Los valencianos hacíamos piña y con los argentinos también. Yo me llevé muy bien con todos, pero con Adorno no tanto. Fue el único que no me cayó nunca bien.

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