Existe una mitología del portero de fútbol según la cual es el loco del grupo. El elemento desequilibrante, porque está dispuesto a partirse la crisma por atrapar la pelota, pega gritos, tiene muchas manías y hace gestos extraños. Pero es eso, una mitología, porque resulta que al final es el más cuerdo de la cuadrilla. El guardameta del Valencia, Diego Alves, no está loco, precisamente. Sus habilidades han quedado retratadas en ese momento en el que el portero está, más que nunca, solo ante el peligro. En el penalti, sólo ante el lanzador, en clara desventaja, como el toro ante el matador en la plaza en el momento de la última estocada. En ese momento, Alves se agranda y es el lanzador el que desea hacerse pequeñito y esconderse entre las briznas de la hierba. Más de la mitad de los lanzadores han fallado. De 40 penas máximas (con el Almería y el Valencia), ha parado 19, una fue al larguero y la otra fuera. Un 52,5 por ciento de éxito, por tanto. Todo lo contrario que el protagonista de El miedo del portero ante el penalti, de Peter Handke.

Los datos de Alves, y de un gran número de porteros del mundo, los tienen registrados Manuel López Botella (licenciado en Educación Física), un exfutbolista del Elche y el Oviedo, hoy jubilado, y su hijo, Manuel López Montero. Los tres lanzamientos atajados por el brasileño en apenas una semana (1 ante el Leganés y 2 frente al Atlético de Madrid) han agrandado su leyenda y los Pérez Botella ha puesto sobre la mesa unas estadísticas inéditas. Sólo ellos las tienen controladas, fruto de un exhaustivo análisis emprendido en 2002. Las estadísticas ofrecen una conclusión curiosa: Alves para el triple de penaltis por su derecha que por su izquierda. En concreto, 13 frente a 4. Y la mayoría son en lanzamientos rasos o a poca altura, muchos ajustados al poste izquierdo de la portería. Por ese lado, la mayoría de veces el balón no entra. De 29 chuts desde los 11 metros, sólo han terminado 9 en gol.

La destreza de Alves, nunca mejor dicho, apenas baja su porcentaje de éxito por el otro lado, a su izquierda. Es cierto que sólo ha parado 4 por ese lado, a la derecha del ejecutor, pero los disparos por ese lado son minoría: 15. Alves, que tiene bien estudiados a sus rivales, lo debe saber bien.

Los registros recogidos por los Pérez Botella ofrecen otras curiosidades. Alves, por ejemplo, no es el portero que más veces acierta la trayectoria del balón. Es decir, no siempre se tira al lado por dónde ha elegido el lanzador. En ese apartado, le ganan „según los datos de los últimos años„ Roberto Jiménez y Diego López, el primero de forma abrumadora. El guardameta del Espanyol adivina el ángulo de tiro un 79 por ciento las veces, por un 57,5 del arquero del Valencia. También intuyen con frecuencia la trayectoria de la pelota Keylor Navas y Kameni. Lo que subraya un hecho evidente: Diego Alves tiene una habilidad especial, porque es el que más llega al balón en comparación a los disparos lanzados al lado acertado.El análisis sitúa a Keylor Navas como el segundo mejor portero parapenaltis de la liga española, con un 40 por ciento de paradas, muchas de ellas sumadas durante su trayectoria en el Levante UD. Le siguen Roberto, Kameni, De Gea, Víctor Valdés, Cuéllar, Diego López, Casillas y Asenjo.

Los registros de la historia de la Liga ofrecen otro dato curioso: entre los guardametas más efectivos, hay mayoría valencianista. En efectividad, Alves está por delante de Ignacio Eizaguirre (28), Vicente Biurrun (27) y Andrés Palop y José Manuel Sempere (26). Con todo, el que más veces ha estado frente al balón en el punto de penalti ha sido Andoni Zubizarreta, en 103 ocasiones, de las que veinticuatro no acabaron en gol, seguido por Paco Buyo (70) y José Ramón Esnaola (68).