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A dos toques

Valencia no es Manchester

Valencia no es Manchester

Desde su incultura futbolística, los dirigentes singapurenses del Valencia se han aferrado al Manchester United y a su principal gurú, Alex Ferguson, como la fuente de la sabiduría. Hace tan solo unos días, un dirigente de la sociedad de Mestalla trataba de encontrar una esperanza a la falta de instinto goleador de Rodrigo Moreno con una idea de Ferguson: «Hay goleadores que se atascan, pero cuando marcan el primer gol, caen a chorros».

La fascinación de Lim hacia el fútbol inglés y, en especial, el MU alcanzó su clímax con la contratación de Gary Neville como entrenador del Valencia a mediados de la pasada campaña. De ahí proviene, seguramente, la llamada a la cultura de club de finales del curso pasado, de la mano de Pako Ayestarán, y la posterior ratificación del técnico vasco para el arranque del presente ejercicio.

Sin embargo, Valencia no tiene nada que ver con Manchester como tampoco la Liga con la Premier League. Ferguson, por otro lado, se pasó 27 años al frente del United mientras que Lim ya ha despachado a cuatro entrenadores en dos años. Y ha movido a decenas de futbolistas sin primar siempre el criterio deportivo. Se ha gastado en fichajes 226 millones, algunos tan insustanciales como los 43 millones que quedaron el domingo pasado entre el banquillo (Abdennour, 23, y Santos, 10) y la grada (Mina, otros 10). Y ha recaudado al menos 100 millones de jugadores previos a su llegada, patrimonio anterior de Mestalla, Otamendi, Mustafi y Alcácer.

La inconsistencia del plan ha sido la constante en la gestión de Lim. El rumbo lo ha marcado el propietario por mucho que, en los primeros meses, se cargaran las tintas en los consejos de Jorge Mendes, o ahora se haya convertido García Pitarch en el saco de todos los golpes. Basta con recordar el viaje de la expedición valencianista a Singapur en la primavera pasada a fin de conocer de cerca los orígenes del empresario singapurés. Los cinco futbolistas invitados (Jaume, Ryan, Javi Fuego, Santi Mina y Alcácer) entendieron en aquel momento que había sido elegidos porque representaban el alma del equipo, la pretención de estabilidad. Les acompañó Ayestarán para superar el cásting de Peter Lim y promocionar esa aspiración de identidad.

Pues bien, siete meses después, no quedan ninguno en la alineación del Valencia. Traspasados Fuego y Alcácer, relegados a la reserva Jaume y Ryan (en la rampa de salida el portero australiano) y descartado Santi Mina a la grada tras su desafortunada actuación frente al Barça. Esa volatilización de los cinco de Singapur (más el técnico) explica la futilidad del proyecto y el escaso sentido de pertenencia fomentado desde la dirección de la entidad.

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