El Valencia tiene pie y medio en los octavos de final de la Copa del Rey tras imponerse esta noche 1-3 al Leganés en el estadio de Butarque. El equipo de Prandelli ha mostrado la mejor versión de toda la temporada en el primer tiempo, en el que ha logrado sacar rendimiento al nuevo sistema táctico implantado por el técnico italiano. Munir en el minuto 3 y Medrán en el 25 transformaron la evidente superioridad futbolística respecto al rival en un resultado final tranquilizador para el partido de vuelta, el próximo 21 de diciembre. El marcador se empañó con el tanto de Machís en la segunda mitad, cuando el Valencia bajó los brazos, y se arregló al final con el tanto de Bakkali.

Tanto Gayà en el lado izquierdo, como sobre todo Montoya en el derecho, perforaron las bandas del conjunto "pepinero" y crearon constantes ocasiones de gol en la primer parte. De hecho, de las botas del lateral ex del Barcelona nacieron los dos tantos. El primero, a los tres minutos de juego, mediante un pase largo que aprovechó Munir. El delantero hispano-marroquí remató con sutileza el centro preciso de Montoya, a la espalda de la defensa y ante la media salida de Brignoli, el meta del Leganés. El gol valencianista, inesperado por la rapidez, fue un golpe duro para los locales, hundidos, mientras que envalentonó a los de Mestalla, vestidos completamente de color naranja.

El vendaval del Valencia, impulsado en el centro por Medrán y Parejo y apoyado en los costados por Gayà y Montoya, fue en aumento hasta convertirse en tornado. La debilidad de la defensa del Leganés, en cuadro por las lesiones, colaboró en la concepción de la tormenta perfecta en los primeros 45 minutos. Así, Nani estuvo cerca de marcar el segundo con una estratosférica chilena desde el vértice derecho del área. El balón se estrelló en el palo. No obstante, poco después, en el 25, otra jugada personal de Montoya en el costado diestro desembocó en un centro medido a la cabeza de Medrán. El cordobés remató con la testa de manera ajustada e instauró el 0-2 en el electrónico. Por fin un partido plácido para el Valencia.

Sólo Insúa, con un remate de cabeza a la salida de un córner en el minuto 38 inquietó a Jaume Domenech. El portero valenciano resolvió la jugada con una aparatosa parada. Con ello, el Valencia de Prandelli enfiló el tiempo de descanso con una ventaja cómoda en el marcador y una sensación de superioridad reconfortante.

La segunda parte comenzó con un gol anulado a Garay por falta al portero del Leganés. El roce fue mínimo, pero el colegiado González González entendió que hubo falta al guardameta. Las tornas, sin embargo, cambiaron en el 58. Machís logró romper la línea defensiva valencianista en una jugada de hablidad. Antes de fusilar a Jaume dejó sentado a Montoya y con un potente y colocado remate redujo las distancias en el marcador. El Leganés recuperó algo de vida y se aplicó más y mejor en ataque. Jaume persiguió con la mirada un disparo lejano que se fue lamiendo el travesaño. Durante algunos minutos se masticó el empate, porque el Valencia rebajó la intensidad.

Aún así, en una jugada aislada en el último minuto, Bakkali sacó provecho de un tropiezo con su marcador para encarar la portería. Sin apenas ángulo se sacó de la chistera un potente zapatazo que el portero "pepinero" no supo despejar. El 1-3 deja la eliminatoria, pràcticamente, vista para sentencia.

En la recta final, Abdennour y Gayà sufrieron diversos golpes y acabaron el duelo con molestias. Carlos Soler, por su parte, se quedó sin minutos.