El análisis de la posesión de balón en los 14 partidos disputados por el Valencia esta temporada arroja un retrato de las intenciones del equipo y de los resultados con sus tres entrenadores, Pako Ayestarán, Voro y Cesare Prandelli. Para empezar, de las cuatro únicas victorias del Valencia, tres llegaron con menos posesión que el equipo rival: las dos a domicilio contra el Leganés, en Liga y en Copa (1-2 y 1-3, respectivamente), y la obtenida frente al Alavés en Mestalla (2-1). La cuarta, ante el Sporting en el Molinón (1-2), apenas alcanzó el 51% de posesión. Es decir, el equipo solo ha rentabilizado la mayor posesión en un partido y por los pelos. Cuando ha funcionado más o menos bien en las áreas, en ningún caso ha pasado del 51% de dominio de la pelota.

Por contra, el Valencia ha salido escaldado en los encuentros en los que ejerció un gran control de la posesión del esférico. Se refleja sobre todo en los cuatro primeros, los cuatro dirigidos por Pako Ayestarán, saldados con cuatro derrotas pese a haber sido superior en el trato con el balón: frente al Las Palmas (2-4), el Eibar (1-0), el Betis (2-3) y el Athletic (2-1). Esos cuatro encuentros expresaron la intención de Ayestarán, que quería llevar la iniciativa y jugar en campo contrario. Lo logró en gran parte, pero pagó con la destitución la escasa efectividad en las áreas, tanto en la propia como en la contraria.

Tampoco le fue bien la posesión de la pelota a Prandelli en los dos empates registrados hasta el momento frente a otros dos rivales modestos: el Deportivo en Riazor, con un 61% (1-1), y el Granada en Mestalla, un 65% (1-1). La marcha de Ayestarán tras caer en San Mamés supuso la llegada de Voro, que cambió el estilo de manera drástica, quiso jugar más directo y logró dos triunfos ante el Alavés y el Leganés antes de caer ante el Atlético de Madrid (0-2).

Prandelli aterrizó en Mestalla con la vitola del más español de los técnicos italianos, en referencia a su gusto por el fútbol de toque practicado por la Fiorentina y también por la selección italiana. El técnico toscano arrancó con la predisposición a llevar la iniciativa frente al Sporting, cedió frente al rey de la posesión (el Barcelona) y volvió a imponerse sin más resultados que un punto ante el Deportivo y el Granada. Entre medias, un choque indefinido en Balaídos sin pelota ni pegada (2-1).

Apretado por los malos resultados, Prandelli ha buscado soluciones y ha optado por una defensa de cinco en los dos últimos encuentros, en Liga frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (2-1), y en Copa ante el Leganés en Butarque (1-3). Una renuncia implícita al control del esférico, con un intento más vertical para ganar fuerza en las porterías. Y así parece que va a seguir, en lo que el técnico italiano entiende como una mejor adaptación a las características de sus jugadores.

El carácter de Munir y Medrán

El Valencia está esperanzado con dos de sus jugadores más jóvenes, el delantero Munir (21 años) y el centrocampista Medrán (22), después de su destacada actuación el pasado martes en la Copa ante el Leganés. No solo por su calidad individual, sino por el carácter que han mostrado desde que empezó la temporada: son dos futbolistas que siempre piden el balón, nunca se esconden.