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Análisis

Tremendo bajón

El Valencia cede un empate ante el Málaga merced a una pésima segunda parte

Tremendo bajón

­El Valencia CF cedió ayer un empate en Mestalla ante un Málaga que logró el punto, de forma merecida, porque fue dominador del juego durante casi todo el partido. La pésima segunda mitad de los de Cesare Prandelli fue decisiva para la suerte final del choque. La imagen y el juego valencianista fue de lo más flojo que se ha visto esta temporada. Pese a que en la primera parte logró darle la vuelta al marcador, el bajón del segundo tiempo fue inexplicable. Estas son las claves del partido:

Buen comienzo pese al tempranero gol encajado y una reacción plausible

En la primera mitad, el Valencia fue un equipo mucho más profundo que en anteriores partidos gracias a los dos puntas. Llegó al área rival, creó peligro, y culminó dos jugadas con gol. Parejo y Medrán permiten que el fútbol fluya con más naturalidad en el equipo, mientras que arriba, además de las opciones que te da Munir, hay incorporaciones de jugadores en segunda oleada como la del propio Medrán que llegan con peligro al área contraria. Incluso ayer Rodrigo, que marcó el segundo tanto, estuvo mucho mejor de lo que acostumbra. Pero sin balón, en lo defensivo, el Valencia continúa encajando goles. A los dos minutos ya había marcado Pablo Fornals. Este problema no es sólo una cuestión de encajar goles, que también, sino que además a los de Prandelli les generan demasiadas ocasiones de peligro. Pese a jugar con tres centrales, la sensación de solidez defensiva brilla por su ausencia. Es como si el Valencia se partiera por la mitad en el campo cuando se ataca y se defiende. Y el rival tiene múltiples opciones de crearte peligro. Aún así, de la primera mitad me quedo con la capacidad de reacción del equipo tras haber encajado un gol tempranero y darle la vuelta al encuentro hasta ponerse en ventaja 2-1 en el marcador.

Cancelo y Siquiera: ¿Dónde estaban esas dos bandas tan importantes?

Así como en otras ocasiones lo mejor del Valencia fueron sus bandas, la profundidad y el peligro que dan Cancelo o Gayà pegados a la línea, ayer se echó a faltar las habituales subidas con peligro del portugués por la derecha y destacó la ausencia del valenciano Gayà en la titularidad. Porque, por lo que ofreció Siqueira, se puede ver que todavía le falta para ser un lateral de garantías. El Málaga se aprovechó en exceso de sus carencias para crear peligro por su parcela. Tampoco estuvo bien Mario Suárez, hay que pensar que jugó otras vez lesionado como ya hiciera en Copa del Rey ante el Leganés, porque ni cortó ni repartió en las dosis necesarias. Mario no le imprimió el nervio y la agresividad necesaria que exige su posición en el campo.

El Málaga fue el dueño del centro del campo y mandó en el partido

El Málaga de Juande Ramos fue un equipo que demostró que saber jugar la pelota. Ayer, durante muchas fases del primer tiempo, y durante todo el segundo, el conjunto andaluz se hizo con el mando en el centro del campo. En el Valencia CF faltó ese futbolista que cortara las acciones rivales y ayuda de todo el once en el trabajo defensivo. Ontiveros también complicó mucho a la defensa valencianista „Siqueira tuvo que sacar un balón de la línea„, pero quizá por esa idea de marcharse hacia arriba dejó lagunas atrás que los de Prandelli no aprovecharon. Esa tónica de dominio del Málaga en la medular aumentó en la segunda mitad. Porque, además, el conjunto de Juande Ramos se fue a por el gol del empate desde el inicio de este período. El técnico metió en el campo al veterano Duda, para darle incluso mayor consistencia al fútbol de equipo y el Valencia comenzó a jugar un poco en el alambre.

Fornals hace justicia en la última jugada del choque

El Valencia sufrió un cambio absoluto en esta segunda parte. El equipo se vino abajo de forma incomprensible y el Málaga se fue creciendo conforme pasaban los minutos. El equipo de Prandelli no lograba dar tres pases seguidos, ni lanzar una contra que sentenciar el partido. Y poco a poco, el Valencia se fue metiendo cada vez más atrás pero sin capacidad de respuesta ante un Málaga que mandaba en el encuentro como si de un equipo «grande» se tratara. En la última jugada del partido, Fornals volvió a aprovecharse de una acción ofensiva para mandar el balón a la red de Alves y hacer subir el merecido empate en el marcador de Mestalla.

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