«¡Quién no tenga carácter, temperamento y personalidad, quién no tenga amor por la camiseta, ¡fuera!». Fueron dos minutos exactos de discurso en los que Cesare Prandelli definió la dimensión de la crisis del Valencia. Lo hizo sin paños calientes, agarrando su jersey cuando pronunciaba «maglia» „camiseta„. La paciencia del técnico italiano estalló ayer y apuntó claramente a sus jugadores. Sin tapujos, dudó de la actitud y profesionalidad con la que están trabajando para sacar al equipo blanquinegro de su grave situación clasificatoria, anclados en zona de descenso.

La enérgica arenga de Prandelli, flemático y comprensivo hasta la fecha, tiene una doble lectura. Por una parte es el último recurso motivacional al que se aferra para buscar el orgullo, la vergüenza torera, de una plantilla desestructurada pero que tampoco ha dado su mejor nivel. Por otro lado, con su feroz discurso Prandelli elevó a su vez la exigencia de un club ensimismado en dos años de galopante crisis con técnicos de perfil bajo, resignados a obedecer el cambiante mandato de una propiedad sin hoja de ruta definida. Además, puso el foco en la necesidad imperativa de reforzar con garantías el equipo, al detectar un equipo planificado sin liderazgo, ni contrapesos de veteranía y carácter internos.

Antes del turno de preguntas, Prandelli pidió solicitar un «pequeño discurso». Esta es su traducción literal al castellano:

El italiano ya había dejado caer, semanas atrás, alguna crítica a la actitud de la plantilla, al señalar que a algunos jugadores les faltaba humildad: «La humildad significa correr por un compañero», señaló sobre los más jóvenes. Al mismo tiempo, la presidenta Layhoon Chan también dejó entrever antes de medirse al Granada que la plantilla podía poner más de su parte: «No podemos marcar goles por ellos», apuntaba la dirigente, ayer presente también en la ciudad deportiva.

Se puede interpretar que con su discurso Prandelli pone a los jugadores a los pies de la afición, pero lo cierto es que solo queda un partido „bastante descafeinado, de Copa„ en Mestalla antes de acabar el año. La duda es: ¿cómo reaccionará la plantilla, esta tarde ante la Real Sociedad, a la declaración pasional de Prandelli?.

Sea como fuera, y suceda lo que suceda hoy en Anoeta, lo bien cierto es que Prandelli cuenta con el apoyo del club. Porque la presidenta del Valencia, Layhoon Chan, estaba al corriente de las intenciones del entrenador italiano en la sala de prensa de la ciudad deportiva. También lo estaba Anil Murthy, quien no puso ningún pero a que el preparador se explayara a conciencia ante los periodistas y apuntara con el dedo acusador a la plantilla.