El entrenador del Valencia CF, Cesare Prandelli, y el director deportivo del club, Jesús García Pitarch, regresaron ayer de Singapur tras reunirse con el propietario de la entidad, Peter Lim, del que obtuvieron el permiso para remodelar la plantilla en este mercado invernal con el objetivo de que el equipo supere la delicada crisis deportiva que atraviesa. La presidenta, Layhoon Chan, explicará todos los cambios mañana jueves en rueda de prensa: habrá tres o cuatro bajas y otras tantas altas. El club quiere a jugadores «ilusionados» por jugar en el VCF.

El encuentro de Singapur fue una reunión a calzón quitado. Lim no quiere que la cotización de las acciones del Valencia siga en caída libre y dio el visto bueno para que Prandelli y Suso abanderen una revolución importante que comienza escuchando ofertas por los dos capitanes del equipo: Dani Parejo y Enzo Pérez. El Valencia está abierto al traspaso o cesión de ambos. La subasta ha comenzado.

Parejo y Enzo Pérez. Parejo y Enzo son la punta de un iceberg que conforma una plantilla mal estructurada y con carencias en todas sus líneas . Al primero, que ya se quiso marchar el pasado verano al Sevilla, se le recuperó a regañadientes para la causa y aunque ha sido un fijo en el once titular y su calidad es incuestionable, su indolencia le ha pasado factura. Buena prueba de ello es el último partido ante la Real Sociedad, en la que William José le ganó en los dos goles de cabeza del delantero brasileño de la Real. Parejo, en todo caso, es el máximo asistente del equipo (cinco) y uno de los goleadores (3).

Tras la pasada campaña, cuestionado muy a menudo por la grada y despojado de la capitanía por Gary Neville, el único anhelo de Parejo era que el Valencia escuchara la oferta del Sevilla. El centrocampista quería volver a jugar la Champions. Pero García Pitarch se negó a sentarse con el club hispalense y el resto de la historia ya se conoce. Parejo continuó en Mestalla. Pako Ayestarán le apartó del equipo y, después de que Suso le acusara de ser el peor profesional que había conocido, acabó siendo titular y capitán del equipo.

Algo parecido sucedió con Enzo Pérez. Pasó de ser un «activo tóxico», según fuentes del club, a volver a entrar en el once y asumir galones. Enzo lucía el brazalete con Ayestarán. Prandelli no tuvo reparos en que el argentino continuara de capitán, pero nunca hubo empatía. Una crítica directa contra Enzo en la sala de prensa tras el partido de Riazor, ya había siendo expulsado en otro encuentro y todo apuntaba a que se iba a la ducha antes de hora, acabó por dinamitar la relación. Desde ese día, Enzo ha estado más tiempo lesionado que jugando.

Si Parejo y Enzo Pérez están en el mercado por una cuestión de actitud, una sola letra les separa de el resto de jugadores señalados por Prandelli. En ese caso, con Ryan, Santos, Siqueira y Fede Cartabia hay un problema de aptitud. Los cuatro jugadores se encuentran en la casilla de salida y ya se trabaja para buscarles acomodo en otros equipos.

Ryan, Santos, Siqueira y Fede Cartabia. Ryan, recién operado de un tumor benigno, Ryan ha estado a la sombra de Diego Alves y de Jaume. La personalidad arrolladora de ambos, jugadores con peso en el vestuario el primero y con calado social el segundo, acabaron con las opciones del meta australiano de disfrutar de minutos. Su juventud invita a cederlo.

Santos y Siqueira son dos futbolistas queridos por el cuerpo técnico y por el vestuario. Los italianos del cuerpo técnico destacan que son dos tipos fantásticos. Y profesionales. Pero ninguno de los dos cuenta. El primero no da el nivel mínimo exigible, mientras que el segundo no acaba de recuperarse de su lesión crónica. Aunque se le ha dado continuidad, Siqueira ha caído por su propio peso. Lo mismo ha pasado con Fede, al que Prandelli mimó desde el primer minuto. Pero la camiseta y el escudo le han pesado demasiado al argentino, que jugaba más tranquilo en Riazor.

Gayà y Santi MIna. Gayà y Santi Mina están en el mismo bando. Prandelli se desespera con los errores puntuales de ambos. El primero cometió un fallo ante el Granada que acabó en gol, y el italiano lo ve «acurrucado» en el vestuario pese a su condición de valenciano „es la antítesis de Jaume„ y por el hecho de ser una promesa del fútbol nacional por su condición de internacional Sub-21. Santi Mina eligió la peor opción en los contragolpes ante el Barça, y sus continuos fallos conceptuales desesperan a un purista italiano como Prandelli. El técnico les exige que crezcan. Que den un paso adelante y demuestren si quieren formar parte del un club como el Valencia. Que se impliquen.