El partido de esta tarde del Valencia en Balaídos no pasa de ser un trámite engorroso para Voro González. A lo sumo, una oportunidad de que los menos habituales cojan ritmo de competición, estímulos de confianza. La eliminatoria se fue por el sumidero en 18 minutos y toda la atención se centra en la visita, con trazos angustiosos, del Espanyol el próximo domingo: «Lo más importante es el partido del domingo. Para mañana tenemos un resultado muy adverso (1-4) y el partido es una oportunidad para que jugadores tengan minutos y que cada uno va a tener sus oportunidades para competir», señaló.

En un escenario de batallas cainitas y una autodestrucción incontrolable, Voro asumió ayer con firmeza el mando. Sin estridencias, con ese estilo suyo discreto, pero a la vez firme y nada inflamable, recordó que hay que concentrar todos los esfuerzos en salvar la categoría. «He vivido en muchos vestuarios, pero lo que nos preocupa es salvarnos. No es un brindis al sol, los jugadores se van a comprometer y lo estoy viendo. Aunque no acompañan los resultados, pero vamos a seguir adelante con la misma firmeza. Este equipo, cuando vea la luz, va a seguir creciendo», señaló. «La situación es complicada. También lo fue la del año 2008 cuando no había casi margen de error. Esta también es difícil, pero queda mucha Liga, quedan veintidós partidos, que son muchos y la primera piedra pasa por saber dónde estamos. Tenemos claro el objetivo final y no hay ninguna distracción», añadió.

Ante el Celta, Voro alineará un «once» de perfil menor, en el que jugadores en los que el proyecto tiene poca fe, como Fede Cartabia o Vinicius, podrían tener sus minutos. El técnico reconoció que el empate ante Osasuna provocó «una desilusión al final», de la que, pasados unos días, extrae enseñanzas positivas: «Tuvimos la victoria en la mano, pero se vio el equipo dio un paso adelante, sumó un punto más y se tiene que volver a alzar para luchar el domingo por los puntos que nos hacen falta».

Por otro lado, preguntado por si la confirmación de su cargo hasta el final de temporada ha implicado una revisión de su contrato de delegado, el técnico dio a entender que seguirá cobrando los mismos emolumentos, pero que está agradecido por la responsabilidad delegada: «Mi filosofía es la misma, lo importante es que el club confíe en mí, es una responsabilidad y estoy seguro de que entre todos vamos a sacar esto adelante», recalcó. Sobre los movimientos para reforzar la plantilla en este mercado, Voro reconoció que se sentó con José Ramón Alesanco para buscar «la mejor opción para reforzarnos». El delantero será el primer fichaje.