Voro González ha tenido que emplear de nuevo sus dotes de pacificador para calmar las chispazos internos que salen de un vestuario en crisis, como el del actual Valencia. El técnico valencianista tuvo ayer una densa charla al acabar el entrenamiento matinal con uno de los pesos pesados del equipo, Enzo Pérez. La conversación con el capitán del equipo se prolongó durante casi un cuarto de hora y, a juzgar por los gestos de los protagonistas, con algún aspaviento por parte del futbolista argentino, tuvo un contenido tenso.

Enzo es uno de los futbolistas más temperamentales del equipo. Un carácter que le ocasiona de forma cíclica ser una fuente de fricción. El último frente abierto es el interés de River Plate por contratarle, ahora mismo, para regresar a Argentina. Después de colocar al futbolista en varias ocasiones en el mercado, la ausencia de fichajes hizo que Voro manifestara una opinión más proteccionista y se mostrase reacio a desprenderse de jugadores capitales como Dani Parejo o el propio Enzo. Como quedó demostrado ante el Eibar, las bajas pasan una gran factura al equipo.

Voro intenta contener la insatisfacción de Enzo, que públicamente ha tenido palabras elogiosas hacia el técnico valenciano. La crisis deportiva del Valencia ha sensibilizado los ánimos de la plantilla. Quedó comprobado el pasado domingo, con el intercambio de palabras entre Munir, Nani, Siqueira y Bakkali.