El partido de este mediodía en el Benito Villamarín será muy indicativo de la tendencia que vaya a dibujar el Valencia en la segunda vuelta. Contra el Betis se verá hacia qué lado se decanta el columpio del equipo de Voro González. A las victorias de prestigio contra Espanyol y Villarreal le han seguido dos contundentes derrotas ante Las Palmas y Eibar, con un saldo desfavorable de 7 goles a 1 en partidos llenos de incidencias atípicas. Todo lo que no sea puntuar alimentará el relato de que al Valencia le espera un final de campeonato cargado de estoicismo.

A excepción de los sancionados Carlos Soler y Garay, y la lesión de Enzo Pérez, un potro desbocado al que Voro trata de reconducir, el Valencia pondrá en liza una alineación más sólida que en la última jornada.

Las opciones de los blanquinegros aumentan con el regreso de Nani y Parejo, con un aporte cualitativo en la dirección del juego y en el último pase que se echaron mucho de menos en los peores minutos de desconexión ante el Eibar. El sustituto de Carlos Soler marcará las intenciones de inicio del Valencia, tanto si se opta por una solución más conservadora, como Medrán o Mario Suárez, o si se ubica más adelantado por el centro de la mediapunta a Fabián Orellana, con lo que el dibujo podría cambiar del 4-3-3 de costumbre a un 4-2-3-1.

Los encuentros ante Las Palmas y Eibar se fueron por el sumidero con dos infantiles errores de concentración, con las expulsiones de Munir El Haddadi y Carlos Soler. Dos rojas que evitaron toda posibilidad de reacción y que han provocado que Voro llame a sus jugadores a la reflexión: «Mientras estemos con 11 jugadores siempre podemos competir». Un problema que se quiere corregir pero en el que intervienen varios factores, desde el decreciente respeto arbitral a los blanquinegros „cosidos también a penaltis en contra„, a la bisoñez mental de un equipo con las virtudes y los defectos de la juventud, con una ambición desprovista de templanza y pericia para manejar situaciones de tensión.

Este mediodía, con una previsión casi segura de lluvia, al Valencia le espera una prueba para calibrar su madurez competitiva. Con Víctor Sánchez en el banquillo, el Betis ha mejorado, sobre todo como local, por donde empieza toda reacción que se precie. Los verdiblancos llevan seis partidos invictos en casa, al derrotar a Las Palmas (2-0) y Athletic Club (1-0), mientras que se rozó la victoria contra el FC Barcelona (1-1), en un duelo tan titánico como el que les espera hoy a los valencianistas.