El Valencia CF ha arañado un punto ante el Sporting gracias a un gol de Munir en la recta final. Un punto cosechado por el esfuerzo en la última media hora del partido, después de que su rival fuese mejor durante mucho rato. Cop había adelantado al Sporting, en la segunda parte, después de que Cuéllar detuviese un penalti a Parejo minutos a ntes. Pero, lo dicho, el equipo asturiano había merecido más el gol hasta entonces. Aún así, pudo ganar el Valencia en los últimos minutos, volcado literalmente sobre el área rival. Con el empate, el Valencia se libra de otro grave contratiempo, teniendo en cuenta que el Sporting es un rival directo por la salvación.

El Sporting planteó muchas dificultades al Valencia. Más de las previstas. Tras una tibia arrancada, el conjunto de Voro se vio superado tácticamente por rival, bastante mejor plantado en el campo. Antes de los 2 minutos, Orellana ya había recibido la tarjeta amarilla por zancadillear a Sergio Álvarez, el mejor centrocampista sobre el césped en el primer tiempo. Un mal síntoma, malísimo, para el Valencia. Tanto Carlos Soler como Parejo, los dos mediocentros del Valencia por detrás de Orellana, estuvieron mucho rato escondidos, a merced de un rival más ordenado, con las ideas más claras en la zona de creación. Sólo cuando Soler levantó la cabeza, su equipo se activó un poquito. Fue Eso sucedió al final del primer tiempo, cuando era ya evidente por donde tenía que buscar el partido el Valencia: por la izquierda. Por allí encontró Gayà la única vía de acceso al área, donde Zaza se desquiciaba pidiendo la pelota. Solo ante el peligro durante mucho rato, el italiano dejó dos cosas claras: remata todo lo que le viene, pero le falta cintura entre los centrales. Su exceso de ímpetu le costó una amarilla, en una presión sobre Cuéllar de la que el portero sacó tajada. Le va el teatro al portero del Sporting.

El conjunto de Rubi aprovechó el caos táctico para presentarse en el área rival con mucha más frecuencia. Mangala salió al corte para evitar el remate de Burgui, un excelente interior zurdo, muy fino, que se las hizo pasar canutas a Montoya. Todo lo contrario que el Valencia, que jugó sin interiores. Munir, acostumbrado a jugar en la izquierda, apenas entró en acción. Y eso que tenía a un amigo, Douglas, en la banda. En el otro costado, un tanto de lo mismo con Cancelo, que no desbordó ni una vez a su marcaje en todo el primer tiempo. Paradoja: sólo Gayà, un lateral, fue capaz de centrar en condiciones a un 9, Zaza, que caza todo lo que le cae. Por el centro, las noticias de Orellana se acabaron muy pronto. Un disparo raso, flojo, a las manos de Cuéllar, y un pase en diagonal a Zaza fue toda su aportación.

El partido se fue al descanso con el lógico pesimismo de Mestalla. Superior el Sporting en todos los frentes, le tocaba a Voro buscar soluciones. Lo hizo adelantando las líneas, una medida con la que Carlos Soler y Parejo entraban más en juego. El Sporting facilitó las cosas abriendo líneas. Todo pudo haber cambiado en la primera acción. Orellana recogió el balón en la zona de contención con todo el campo libre por delante. Galopó hasta el área, se ganó la posición y, solo ante el portero, remató demasiado cruzado. Fue la mejor ocasión del partido. Mucho más decidido ahora, el Valencia encontró un penalti. Gayà robó el balón y fue derribado en el área por Mere. El lanzamiento de Parejo, bien dirigido, fue adivinado por Cuéllar.

Con el Sporting en plan valiente,a pecho descubierto, el partido se abrió definitivamente. Burgui fabricó la jugada del primer gol. Tras cerrarle el remate Garay en una contra, se deshizo del argentino y de Gayà en medio metro y se armó el chut. El rechace de Alves lo recogió Cop para empujar la pelota a la red. El resultado, 0-1, era horroroso para el Valencia. Pese al penalti fallado, no era un acto de injusticia. El portero brasileño había evitado el gol en otro remate cinco minutos antes.

Voro movió ficha. Dio entrada a Santi Mina por Montoya -Cancelo se fue a su posición natural, de lateral-- para buscar profundidad. También adelantó a Munir, para situarlo junto a Zaza, y dio toda la banda al portugués. Con media hora por delante, el Valencia inclinó el campo a su favor y encerró al Sporting. Recurrió al centro al área, desde todos los sitios y de todos los colores. Un trabajo de perseverancia, con Gayà multiplicado, del que pudo sacar rédito, al menos, un par de veces. Cuéllar atrapó un remate de Zaza desde fuera del área y, a continuación, Munir le pegó muy mal a pelota.tras un servicio del italiano con el pecho. A falta de 10 minutos, Voro sacó la última bala: Bakkali. Con más insistencia que juego, el Valencia encontró el premio. Munir, en su posición natural, cabeceó al segundo palo, bombeado hacia la escuadra, un centro desde la derecha. El Valencia se volcó literalmente sobre el área rival en los últimos minutos, en los que se acercó, entonces sí, a la victoria. La última ocasión, eso sí, volvió a ser del Sporting. El balón recorrió el área pequeña tras una falta lateral.