Un detalle pasó inadvertido en el Valencia-Sporting del pasado sábado en Mestalla y, aunque resulte anecdótico, sí sirve para retratar el grado de decandencia alcanzado por el equipo de Mestalla. Corría el minuto 94 cuando Munir, en posición de nueve, cabeceaba a gol un centro desde la derecha de Cancelo (1-1). El tanto del empate para el Valencia activó un resorte instintivo en el entrenador, Voro, que mandó calentar al central Abdennour. El planteamiento trataba de volver a equilibrar al conjunto después de que, tras el 0-1 de Cop en el 59, el técnico hubiera retirado a un defensa (Mangala) por un atacante (Bakkali). Claro que, en la vorágine de los últimos minutos, Voro se lo repensó y decidió no dar paso a Abdennour a pesar de que le quedaba un cambio y a pesar de la intensidad del calentamiento del zaguero tunecino. Hubiese armado un alboroto en Mestalla de haber retirado a un mediocampista, por ejemplo, para dar entrada a Abdennour. Enfrente estaba el Sporting y, en otra época, el Valencia habría ido con todo a por la victoria en los últimos minutos. En la actual decadencia, toda una sima, un empate era una especie de victoria porque mantenía al Sporting a 12 puntos y la zona de descenso a 11 (tras la derrota de Osasuna ante el Atlético).
Con las excepciones de Gayà, que jugó como si le fuera la vida en ello, y de Carlos Soler, meritorio en sus primeros pasos como mediocentro defensivo en el primer equipo, el Valencia actuó ante el Sporting como si fueran de la misma categoría. A pesar de que en la alineación de Voro era casi todos internacionales en contraste con la ausencia de primeros espadas en el cuadro de Rubi.
El Valencia ha perdido calidad a raudales en los dos últimos años, pero también exigencia, descargando la responsabilidad en una batería de entrenadores (Nuno, Gary Neville, Pako Ayestarán, Prandelli y ahora Voro). Al repasar el «once» ante el Sporting, todos son internacionales: Diego Alves ya disputó la Copa América con Brasil de 2007; Montoya es bicampeón de Europa sub 21 con España en 2011 y 2013; Garay es 32 veces internacional con Argentina y Mangala tres veces con Francia; Gayà está consolidado en la sub 21 española y Carlos Soler en todas las categorías inferiores; Parejo también fue campeón de Europa sub 21 en 2011; Cancelo ya se ha estrenado con la absoluta portuguesa en tres ocasiones y Munir con la española en 2014 ante Macedonia; Zaza ha disputado 16 partidos con Italia, algunos en la pasada Eurocopa de Francia. Incluso los reservas que salieron en el último tramo, Bakkali y Santi Mina, son reconocidos en el panorama europeo. El extremo belga debutó en 2013 ante Gales con la absoluta y el español es un asiduo de la selección de Celades. Pero la decadencia ha calado hasta los huesos de todos, jugadores y entrenadores.
