Partido abierto tal y como se preveía. El Valencia, con el descenso cada vez más lejano y el Celta en tierra de nadie, con la mente en la Europa League. El juego fresco de los dos conjuntos que se enfrentaban hoy en Mestalla hacía predecir un choque entretenido, como se ha demostrado con un total de cinco goles. Además, existía el morbo del reencuentro entre Orellana y su antiguo entrenador en el cuadro vigués, Berizzo. El técnico argentino es uno de los tantos nombres que suena para ocupar el banquillo blanquinegro el próximo curso, pero hoy Voro se consolida en ese puesto con una nueva victoria en su feudo. Al final, el transcurso del partido se decidió bajo estas premisas:
Joao Cancelo, redimido con la grada de Mestalla
El lateral portugués que tuvo problemas al acabar el último duelo en casa frente al Deportivo, fue perdonado por los aficionados valencianistas que poblaban su templo gracias al gran rendimiento que demostró ante los de Vigo. Estuvo muy atento en todas las jugadas. Puso intensidad cuando subió en ataque y defendió muy bien las acciones por su banda del Celta. Tras su mal gesto la jornada anterior, el de Barreiro quiso agradar a los suyos con una gran actuación, siendo ovacionado varias veces durante los noventa minutos que estuvo sobre el terreno de juego.
Soler sigue creciendo muy rápido. La aparición de canteranos en el césped es la mejor noticia para los valencianistas
Muy destacada la actuación del mediocentro. Nos brindó con una lección magistral de juego desde su posición. Dio un recital de pases, regates y de movimientos al espacio. Al lado de un veterano como Dani Parejo, entre los 50 jugadores con más partidos en la historia del Valencia, está creciendo muchísimo y no se vislumbra que tenga un límite. Cada partido va a más. Encima culminó su magnífica aportación con un auténtico golazo. Una vaselina de bella factura a pase de Enzo Pérez que se deshizo de varios contrincantes con su larga conducción de la pelota para servir al canterano, que definió con la mayor calidad posible.
Además, pudimos ver de nuevo en Mestalla a Toni Lato, que deja muchos detalles cada vez que participa con el primer equipo. En esta ocasión puso en bandeja el gol a Munir, tanto que todos los compañeros fueron a celebrar el tanto con el asistente, incluso el propio goleador a sabiendas de lo que puede aportar en un futuro el de la Pobla de Vallbona. Pero no solo fue la asistencia de gol lo que aportó el canterano. Cuando salió por Siqueira, el carril zurdo fue suyo y se le vio muy suelto y cómodo jugando con los mayores y eso Mestalla lo sabe agradecer. Las dos perlas valencianistas fueron las notas positivas para una afición que empieza a ver nuevas figuras locales con las que se puede identificar y le dé ánimos para seguir animando al Valencia.
Orellana no acaba de encontrar su sitio en el Valencia
El chileno no ha vuelto a ser el mismo que cuando fichó por el cuadro blanquinegro en el mes de enero. Voro lo volvió a poner en la mediapunta, tras varios partidos jugando en el costado izquierdo. El técnico buscaba volver a recuperar su libertad y que sirviera de enganche entre los delanteros y el mediocampo, pero no llegó a cumplir con las expectativas. En general, tuvo una actuación gris.
Un Valencia gris en la primera parte e intenso y trabajador en el segundo tiempo
El equipo salió enchufado provocando cinco córners en seis minutos. Se notaban las ganas de gustar. Pero poco a poco, el Celta se hizo con las riendas del duelo y el Valencia volvió a mostrar su peor versión. Justo cuando los de Berizzo tenían el dominio del esférico, llegó el gol de la igualada. Una genial jugada entre Enzo, Zaza y Parejo permitió a los valencianistas empatar un duelo que se estaba poniendo feo.
En el segundo tiempo, ya se vio otra cosa diferente. Empezaron a llegar las ocasiones, una detrás de otra. La intensidad que aportó el cuadro blanquinegro fue vital para ver este cambio de actitud en el césped.
Con la salida de Lato y la buena actuación de Cancelo, el Celta sufrió mucho por las bandas. La intervención en ataque de los laterales valencianistas fue esencial para que los de Voro se lo creyeran y se lanzaran a por la victoria. El centro del campo formado por Enzo, Parejo y Carlos Soler también destacó sobre el resto. Las ocasiones más claras fueron para los locales y el resultado se quedó corto porque pudieron haber sido muchos goles más. En defensa, el Valencia supo aguantar los pocos envites del Celta, aunque encajó un gol con un penalti más que dudoso provocado por la caída de Iago Aspas en el área. En resumen, victoria más que merecida de los pupilos de Voro por su gran trabajo realizado sobre el campo. Los de Vigo supieron dominar y demostraron que saben tratar muy bien el balón, pero el Valencia supo contrastarlo con una mayor intensidad que debe de ser la pauta seguir para encauzar el camino. Esto, junto a las gotas de calidad de sus jugadores más destacados, fueron la clave del triunfo.
