Carlos Soler y Toni Lato centraron las miradas en el viaje del Valencia a Granada. Su eléctrica irrupción contra el Celta de Vigo va más allá de la satisfacción por la victoria lograda. Sienta las bases de un futuro próspero, con la identificación de dos jugadores formados en la casa, con una militancia marcada y una calidad futbolística de primer nivel.

Carlos Soler disfruta del momento de su consagración. Su golazo ante el Celta fue la rúbrica de una trayectoria que ya trasciende las paredes de Mestalla. El mediocentro, de 20 años, ya ha rozado las últimas convocatorias de la selección sub´21. Merecimientos futbolísticos ha reunido de sobra, y el único impedimento es que el entrenador Albert Celades ya cuenta con un bloque muy consolidado en esa demarcación. Los Saúl, Camarasa, Ceballos, Asensio y Merino llevan tiempo jugando juntos y, además, son de una quinta anterior a la de Soler, que es de la cosecha del 97. Aún así, si el valencianista logra aguantar con su actual nivel en lo que resta de temporada, las posibilidades de acudir al Europeo de Polonia este verano irán en aumento, aunque sea como cuarto mediocentro. En todo caso, se da por segura su presencia a partir de septiembre, cuando el actual bloque se someta a una renovación generacional.

El jugador y su entorno están asumiendo con la habitual normalidad que ha envuelto toda su carrera, desde categorías inferiores, todos los titulares elogiosos. También la confirmación del seguimiento de clubes de primer orden como el Bayern de Múnich, que ha sido acogido en su entorno con sorpresa y la satisfacción del trabajo bien hecho. Como informó Levante-EMV en primicia, el director deportivo del club bávaro, Michael Reschke, se ha quedado prendado con las prestaciones de Soler, sobre todo tras su exhibición ante el Celta. Reschke es un reputado cazatalentos a nivel europeo. Suyo fue el descubrimiento, cuando era el secretario técnico del Bayer Leverkusen, de Arturo Vidal.

Tranquilidad con Toni Lato

El clamor mediático empuja a Voro a que dé la titularidad a Toni Lato. Valiente a la hora de dar oportunidades, el de l´Alcúdia también quiere ser prudente para saber cómo gestionar la progresión de las promesas. Sus palabras ayer sobre Lato y Soler apuntaban a la tranquilidad («están rindiendo bien, pero están en crecimiento»). En el caso de Lato, de momento se prefiere dar los primeros 60 minutos a Siqueira, experto y con cierto mando sobre el grupo, y que Lato aproveche la media hora final, con el partido abierto, como hizo ante el Celta, y descargarlo de presión. El cuerpo técnico le ve con el mismo aplomo defensivo que Gayà, y con un precioso margen de crecimiento en ataque.