«El equipo comienza a jugar, el público empieza a divertirse, ha potenciado la cantera y tiene tiempo ahora para preparar la temporada que viene. Voro es el mejor de largo», dice Jaume Ortí, presidente del Valencia CF entre 2001 y 2004, la época dorada de la historia del club con dos Ligas y una Copa de la UEFA.

¿Por qué cree entonces que ni el director deportivo, José Ramón Alesanco, ni el director general, mateu Alemany, acaban de decidirse? «Porque acaban de llegar y no tienen las cosas claras. Pero Voro ha hecho un sacrificio total por el Valencia, ha potenciado a jugadores (Lato y Carlos Soler valen ya una fortuna) y nos ha enseñado el futuro. Solo pido que le tengan respeto porque se lo ha ganado», enfatiza Ortí sobre el actual entrenador del Valencia, quien ha sumado 33 puntos en los 19 partidos dirigidos (10 victorias, seis derrotas y tres empates).

El exdirigente apunta otro motivo para apostar por Voro la temporada que viene: la estabilidad. «No es bueno cambiarlo todo cada poco tiempo como ha pasado en los últimos meses en el Valencia. Yo, entre mi época de vicepresidente y la de presidente, no destituimos a ningún entrenador (estuvo primero Ranieri, que se fue tras ganar la Copa del Rey de 1999, y después Rafa Benítez). «Estaba muy solo en el apoyo a Voro hace unas semanas, pero ahora parece que se está uniendo mucha gente», remata Ortí.

El expresidente entiende que el club debe luchar contra los prejuicios hacia Voro por el hecho de haber sido delegado durante 11 años. No es ningún deshonor, sino una labor «muy importante que le permitió ser reconocido y respetado en España por los árbitros y la gente de fútbol». En este sentido, Ortí considera a Voro una persona «muy inteligente» alejado de esa imagen de bruto de sus años como central del Valencia, el Tenerife y el Dépor.

«No podía tener dos presidentes»

Respecto a la marcha de Layhoon, que dejará la presidencia el 1 de julio en favor de Anil Murthy, Jaume Ortí entiende que es la manera de afianzar la figura de Mateu Alemany como ejecutivo número 1. «El Valencia no podía tener dos presidentes», apunta. Y recuerda la imagen del palco en el primer partido del equipo tras el nombramiento de Alemany como nuevo director general. En ese encuentro, ante el Deportivo, Mateu aparecía sentado en el palco muy alejado del centro de poder representado por Layhoon y Lim no se ata a largo plazo con el club porque no muestra ningún interés en acabar en nuevo estadio (la respuesta de Anil diciendo, el pasado lunes, que hay que llenar el viejo Mestalla así lo confirma). Esa es la prueba del algodón.