Los futbolistas del Valencia tienen la sensación de que la Liga se acaba justo cuando empiezan a jugar a gusto y vuelven a ser un conjunto competitivo ante cualquier rival. En el curso de 17 jornades, Voro González ha logrado virar el curso de un equipo que, en la primera semana de enero, parecía condenado a luchar por salvar la categoría. El entrenador de l´Alcúdia ha cubierto el mismo tramo de campeonato, que el de los dos entrenadores que le precedieron en el cargo, Pako Ayestarán y Cesare Prandelli. La diferencia es demoledora: con solo un partido más, Voro ha conseguido 28 puntos y, sus antecesores, 12. Con una diferencia sustancial. Un total de 6 de esos 12 puntos fueron cosechados por el propio Voro, en la transición de Ayestarán a Prandelli.

Paciencia y trabajo para recomponer el grupo y recuperar el potencial real de algunos jugadores, junto al efecto revulsivo del fichaje de Zaza y la apuesta, personal y decidida del técnico por Carlos Soler y Toni Lato han obrado la reconstrucción.

Seguridad defensiva

De dos goles en contra de media, a seis partidos imbatidos

Voro ha logrado contener, en parte, la sangría defensiva que condenaba al Valencia a no remontar el vuelo. Antes de su llegada definitiva, los valencianistas encajaban dos tantos por encuentro (30 goles en 15 partidos). La fragilidad era tan grande que hasta en seis partidos el Valencia se quedó sin sumar la victoria, en ese tramo inicial, pese a marcar dos o más goles. Con el técnico valenciano, no se ha contenido del todo la inseguridad de la zaga (25 goles en 17 partidos). Pero es una estadística engañosa causada por goleadas puntuales ante Eibar (0-4), Barcelona (4-2), Las Palmas (3-1) y Atlético (3-0), que han desdibujado los seis encuentros en los que se ha mantenido la puerta a cero.

Entre las causas se sencuentra la consolidación de la pareja de centrales de Garay y Mangala, así como la aportación en los laterales de Montoya y la explosión de Toni Lato en los tres últimos encuentros. Con Siqueira con una lesión crónica y Gayà sin acabar de gozar de la regularidad por sus molestias, Lato se ha asentado como una alternativa de presente: firme como una roca en defensa y con margen de crecimiento en ataque.

El factor soler

La gran sensación, que hace mejores a sus compañeros

Tanto Ayestarán como Prandelli pecaron de conservadurismo a la hora de atreverse a dar la alternativa al joven Carlos Soler. Los dos técnicos creyeron oportuno que la base veterana del equipo tuviera la responsabilidad de conseguir resultados. A Voro no le ha temblado el pulso porque ha valorado que, pese a lo que diga el DNI, prima la calidad, desbordante con 20 años, de Soler. En el peor de los escenarios, Soler ha acompañado el talento de una acelerada madurez. Además de goles y asistencias, su juego ha hecho reverdecer a los futbolistas que orbitan a su alrededor, especialmente Dani Parejo.

Fichajes

Simone Zaza y Fabián Orellana aportan soluciones ofensivas

Acertar en el mercado de invierno se antojaba esencial para evitar el desastre. Los dos refuerzos llegados, junto con la vitamina canterana, han sumado. La contribución de Fabián Orellana ha sido efervescente. Decisivo en los primeros partidos, atraviesa un momento irregular. Cada vez más integrado en el Valencia está Simone Zaza. Un fichaje discutido de antemano por la generosa cifra de la opción de compra que se ejecutará (18 millones en total) y por el pésimo resultado de su estancia en el West Ham. Sin embargo, conforme ha ido adquiriendo fondo físico, Zaza ha convencido. Contagia al equipo y al público con un tesón casi exagerado. Y, además, ha encontrado puerta, poco a poco. Cuatro goles que han contribuido a la consecución directa de 9 puntos.