«Este es el primer partido del resto de partidos que quedan por venir». El récord de los 17.000 espectadores que presenciaron el primer partido oficial femenino que Mestalla alberga en casi 94 años de vida, tiene muchos nombres y apellidos. Es una lucha que se pierde en décadas de silencio y partidos ante cincuenta espectadores, cuyo resultado no salía en los medios si pioneras de este deporte, como Merchina Peris, no se encargaban de llamar e insistir a los medios de comunicación.

En un discreto lugar del palco de autoridades, Peris señalaba la portería en la que marcó, con 10 años, el primer gol que una mujer anotó en Mestalla. Fue en septiembre de 1970, en un partido de exhibición en los prolegómenos del Trofeo Naranja que enfrentaba a Valencia y Partizán de Belgrado: «Fue en la portería del Fondo Norte. Soy diestra, pero rebañé con la izquierda, lanzándome sobre el césped, un centro desde la banda».

Casi medio siglo después, la emoción embargaba a Merchina. El partido que tantas veces había anhelado, había superado todas las expectativas. «Hay mucho trabajo de años anteriores, pero este triunfo del fútbol femenino se lo ha ganado a pulso las jugadoras de los dos equipos, es el premio a la constancia», proseguía la pionera Peris, hija del histórico gerente valencianista Vicente Peris, maravillada ante «la evolución técnica y física» que ha adquirido el fútbol femenino en los últimos años.

Aquel momento de alegría de Peris, encapsulado desde 1970, fue revivido ayer por las jugadoras del Valencia, dominadoras del derbi. A los 8 minutos, la delantera chilena Yanara Aedo pasaba a la historia al marcar el primer gol oficial de una mujer en Mestalla. A sus 23 años, recordará ese tanto con la misma impresión que los que marcó para clasificar, en su día, a Chile para el Mundial sub-17, cuando decidió cambiar el tatami del judo por el césped de un campo de fútbol. Con un Levante UD superado, y que ya aguarda el próximo derbi destinado a jugarse en los estadios grandes, la goleada se cerraba con otro tanto especial. El valencianismo de Marta Periró es tan sincero que eriza la piel, reverdece la militancia en tiempos de tanta decadencia blanquinegra ¿Cómo se puede celebrar el gol que tanto has soñado en el estadio de tu vida? Con lágrimas y besando el escudo. No hay manera más sabia.

Los tres puntos fueron para el Valencia pero el que el triunfo real, el más trascendente, fue el del fútbol femenino, deporte en continua expansión y que aumenta cada día en aceptación popular. La escena de un Mestalla que rozó la media entrada, repleto de familias y con seguidores de los dos equipos en plena armonía, marca un hito desde el que seguir creciendo. El partido convocó también la atención institucional. El president de la Generalitat, Ximo Puig, la vicepresidenta, Mónica Oltra y la concejala de Deportes Maite Girau, no quisieron perderse el encuentro. En el palco también se pudo ver a un gran elenco de deportistas valencianas, en activo o retiradas, de distintas especialidades como Ana Carrascosa, Natalia Morskova, Susana Pareja, Ana Montañana, Marina Ferragut, María Pina, Vega Gimeno o Esther Cárdenas. Las jugadoras que formaron parte del primer equipo del Colegio Alemán, embrión histórico del actual Valencia, también asistieron.