La peregrinación semestral a Singapur para reconfigurar las bases del proyecto del Valencia se ha convertido en una de las tradiciones modernas del club de Mestalla. Los protagonistas cambian en cada expedición, pero la fotografía es la misma. El nuevo entrenador del Valencia debe recibir la bendición personal de Peter Lim. En esta ocasión, la misión del director general, Mateu Alemany, y del director deportivo, José Ramón Alesanco, pasa por proponer al dueño, en una serie de reuniones que se prolongarán el resto de la semana, que Quique Setién sea el técnico del Valencia a partir del 30 de junio.

El consenso dentro del club es total en torno al entrenador cántabro, de 58 años. El acuerdo está muy encarrilado y el futuro cuerpo técnico ya ha tratado, de forma epidérmica, temas referentes a la planificación. Ya ha habido consultas sobre qué jugadores pueden venir y cuáles quedarse.

No obstante, hay que pasar por el trámite burocrático, que no simbólico, del visto bueno de Lim. A diferencia de los viajes pasados con Pako Ayestarán y Cesare Prandelli, en esta ocasión Lim no ha podido conocer a Setién, con contrato en vigor y en plena competición con Las Palmas. La sintonía personal que Lim detecte con cada entrenador, ha sido otro de los trámites en cada proceso. Por esta razón, Lim se planteó viajar a España por primera vez en un año, presenciar el partido del Valencia en el Santiago Bernabéu y, finalmente, concretar un encuentro con Setién.

La elección del técnico es el punto central de la cumbre, pero no el único. Lim pedirá explicaciones sobre el segundo fracaso consecutivo del Valencia, de nuevo lejos de Europa y luchando por no descender. El próximo proyecto debe devolver al Valencia inexcusablemente a Europa, por prestigio y también por imperativo financiero. A partir del 30 de junio de 2018, el club debe empezar a amortizar el préstamo de Bankia. Junto a los intereses, la suma puede ascender a los 24 millones de euros.

Sobre la mesa se tratará la planificación deportiva. Sin Champions, hay que llenar con ventas un vacío de 40 millones de euros, ya sin el colchón de las grandes ventas del verano pasado con Mustafi, André Gomes y Paco Alcácer. Además, el club no puede tocar los 23´3 millones provisionados para hacer frente a la multa de la comisión europea. El margen es estrecho porque ya hay pagos obligatorios (por Zaza y Orellana) y habrá que desprenderse de activos importantes, del perfil de Enzo Pérez o Nani, con una carga salarial elevada. La solución puede pasar por las generosas cantidades que se pagan en la emergente liga china.

Se buscan líderes

En los parámetros para reforzar la plantilla, se quiere equilibrar el equipo con una cuota de liderazgo y experiencia que hoy no se dispone. Futbolistas veteranos como Nani o Enzo Pérez no han tirado del grupo como en otra época representaron nombres como los de Fabián Ayala o Amedeo Carboni. Este final de temporada ha sido revelador. Una vez que el equipo se salvó, la iniciativa ha partido de jugadores jóvenes como Carlos Soler, o Toni Lato, como se comprobó en el último encuentro en el Santiago Bernabéu.

El mediocentro y el lateral izquierdo serán piezas importantes en el bloque del año que viene, pero la entera responsabilidad no debe recaer sobre sus espaldas. Esta campaña han cogido el guante en un momento de emergencia, pero se encuentran, con 20 y 19 años, respectivamente, en pleno crecimiento y aprendizaje. El futuro inmediato del Valencia se decidirá hasta el fin de semana en Singapur.