Marcelino García Toral tiene una idea definida para el centro de la defensa, la zona desde la que el equipo debe recobrar su seguridad y evitar volver a encajar el elevado número de goles (65) sufrido esta temporada. La voluntad del técnico asturiano es la de contar con dos centrales de perfiles diferenciados. Uno con pericia para sacar la pelota jugada desde atrás, junto a otro de características más físicas, de potencia muscular y velocidad en el corte.

Este es uno de los muchos asuntos que se están tratando en la improvisada cumbre de Manchester, donde toma cuerpo el Valencia 2016-2017. Unas reuniones en las que está presente el propietario Peter Lim, desplazado a Europa por su conocida simpatía por el Manchester United, reciente campeón de la Liga Europa.

Entre los nombres surgidos en Manchester está el de Eliaquim Mangala, uno de los jugadores a los que el director general Mateu Alemany se refería cuando hablaba de los cedidos que podrían quedarse si los clubes de procedencia rebajaban la cuantía de la opción de compra. El central francés gusta a Marcelino por sus condiciones físicas y su disciplina en entrenamientos y partidos. No preocupa tanto la anarquía táctica que en ocasiones presenta, y que el técnico considera reconducible. Así lo logró en el Villarreal con defensas como Eric Bailly o Gabriel Paulista, que mejoraron ostensiblemente su capacidad táctica bajo el mando de Marcelino, que los convirtió en centrales mucho más equilibrados.

Fuentes del club, ayer, consideraban prácticamente inviable la posibilidad de retener a Mangala, básicamente por imperativos económicos. A la elevada ficha del defensor francés se une el interés de otros clubes de la Premier, que ofrecerían al City la posibilidad de un traspaso, y no de prorrogar la cesión.

Mendes y la Operación Salida

La presencia de Mendes, agente de Mangala, en Manchester por el millonario traspaso de Bernardo Silva, será aprovechada también por la comitiva valencianista. Al influyente agente portugués se le encomendará la tarea de encontrar una salida a la nómina de jugadores a los que colocó en el Valencia, ya bien como clientes suyos o mediando en las negociaciones, y que ya no cuentan, como Santos o Abdennour, entre otros.