En ocasiones tengo graves problemas de atención y acabo poniendo la mirada más al contexto que al objeto. Es como ser daltónico de la perspectiva. Por eso el otro día, en la presentación de equipajes, lo más irrelevante me parecieron las camisetas y lo más sustantivo el contexto del acto.
Vi cosas que no creeríais. En lugar de arrogarse con pompa un cosmopolitismo de pega, una mundialidad del tres al cuarto, de hacerle enseñar los abdominales a un futbolista que pasaba por ahí (que no exagero, que eso ha pasado en presentaciones en Mestalla), de perderse en comparaciones con otros clubs con los que no hay paralelismo alguno, el Valencia sacó músculo de sus propias esencias y quiso parecerse más que nunca al€ Valencia.
Las referencias al patrocinador de Miami quedaban emparejadas a menciones a los pueblos valencianos de los jugadores que estaban presentes. Escuchar con tranquilidad a Jaume, a Soler, a Lato o a Gayà conversar con la conductora del acto, Laura Grande, en valencià fue un brote de normalidad.
Evidentemente no es una puesta en escena gratuita. La galería de futbolistas participantes, completada con Sivera y Rodrigo, emanaba un esfuerzo por lanzar un nuevo mensaje de cercanía e identidad. Adiós, complejos.
También un reconocimiento de culpa: haberse cargado progresivamente y desde antes que llegara Lim todo atisbo de raíz.
Si solo es una estratagema, una pose para atajar y proyectar imagen, quedará en la pura anécdota, en otro Power Point. Si se trata en cambio de una verdadera apuesta corporativa, deportiva, el club, que hace pocos años quería asemejarse al Borussia Dortmund estará por fin reivindicando que quiere parecerse a sí mismo. Albricias.
Frente al mendismo a granel y la despersonalización, el asidero del origen. Es un movimiento hábil. Al Valencia le cuesta competir en otros territorios: no tiene un relato especialmente definido, no puede acceder a los mejores jugadores, arrastra temporadas pésimas, no tiene espacio mediático en España y más allဠLa cercanía y la raíz son valores de seducción universal. Por un Valencia Local Respect.
