En una demostración de oficio, solvencia y valentía, el Mestalla resistió ayer en Murcia (0-0) y se clasificó para la final de la promoción de ascenso a Segunda A. Le espera en el último cruce el Albacete, con la ida el próximo domingo en Mestalla.

Un rival de entidad y calado histórico, con un buen respaldo de aficionados, con un pasado reciente en Primera, pero ante el que el equipo de Curro Torres se ha ganado el derecho de mirarles de tú a tú. Ayer los blanquinegros, con gran competitividad y espíritu colectivo, soportaron como veteranos la presión de aguantar en la Nueva Condomina, ante 21.000 espectadores, el 2-1 de la ida.

El «Mestalleta» se cita con la historia. Desde 1971 que no logra subir a la categoría de plata. Ayer aguantó con entereza y solo en los últimos minutos, con el Murcia a la desesperada, sufrió y pudo verse apeado del «play-off». Del mismo modo, en el inicio de la primera y la segunda parte contó con ocasiones, dos de Eugeni y una de Rafa Mir, para haber liquidado la eliminatoria.

El valencianismo se volcará con el filial, gran alegría de una temporada aciaga para una afición que ayer desplazó un millar de seguidores a Murcia. El éxodo de hinchas más numeroso de todo el año, incluyendo los viajes del primer equipo. El club volverá a abrir las puertas de Mestalla, como hiciera ante el Celta B y el Murcia, y se espera que la entrada supere ante el Albacete los 17.000 espectadores que se registaron en la visita del equipo «pimentonero».

Ayer, ante un Murcia que entró con prudencia al partido, sabiendo que estaba a solo un gol de pasar de ronda, el Mestalla supo entender en todo momento cuál era el ritmo que le interesaba al partido. El Murcia dominaba territorialmente pero no intimidaba. Bien plantados en defensa, las ocasiones serían blanquinegras, pero Eugeni no acertó a dar la puntilla. Solo a partir de la media hora, el Murcia concretaba las primeras aproximaciones.

Nada más iniciar la segunda mitad, Rafa Mir pudo batir a Simón, sin acierto. El partido, hasta ese momento con guante limpio, empezó a ganar en tensión. Aparecieron las primeras tarjetas, aumentaba la presión de la hinchada rival. Sivera evitó el gol del Murcia con una estirada a bocajarro. Y en el 89 le sacó a Elady una pelota pegada al poste, rehaciéndose de una mala salida en la jugada anterior. El larguero evitó el gol desde 30 metros de Adrián Cruz. El Mestalla no se acobardó y contarían Aridai, Nacho Gil y Jordi Sánchez con tres ocasiones, para certificar el billete con todo el merecimiento.