Valencia, River Plate y Enzo Pérez estaban condenados a entenderse. Ayer por la noche las tres partes llegaban a un acuerdo por el que Enzo marchará al estadio Monumental por 2’5 millones de euros. Un 90 % menos de lo que costó hace dos años y medio.

Con la venta encarrilada, la negociación asistió a un desenlace enredado, en el que River Plate trató de cambiar con presiones de última ahora los acuerdos principales del traspaso. «Los dirigentes de River tienen una interpretación distinta de los contratos y la ley», se aseguraba ayer, de forma gráfica, desde el Valencia.

Las convulsiones de última hora no alteraron el traspaso. La intención del Valencia era la de resolver con celeridad las conversaciones. Para evitar que Enzo esté con el grupo en el regreso de las vacaciones, uno de los mandatos irrenunciables de Marcelino García Toral, y para que el club de Mestalla, liberado de la pesada carga de la ficha del argentino, pudiera tener mayor soltura a la hora de moverse por el mercado.

34 tarjetas en 74 partidos y 28 ausencias por lesión

La venta de Enzo Pérez, una de las grandes apuestas del proyecto inversor de Peter Lim, supondrá una operación ruinosa desde todos los ámbitos, deportivo. El Valencia pagó en 2015 al Benfica 25 millones de euros por Enzo, llamado a convertirse con esa generosa inversión en uno de los pilares del proyecto.

El recuerdo que deja Enzo, sin embargo, distará mucho del legado albiceleste de los Kempes, Piojo, Ayala o Aimar. En 74 partidos oficiales, Enzo no ha marcado ningún gol y ha recibido un total de 34 tarjetas amarillas. Muchas de ellas con entradas intimidatorias y que dejaron al Valencia muy condicionado al ver la amonestación en el primer tiempo.

Además, como apuntaba ayer Sportyou, Enzo no ha tenido continuidad al perderse un total de 28 partidos por lesión, solo 6 de ellos provocados por dolencias traumáticas (entradas del rival), siendo el resto lesiones musculares producidas por recaídas.

Aparte de las estadísticas, hay otro bagaje más negativo en el futbolista mendocino. Enzo era uno de los escasos referentes de veteranía de una plantilla rejuvenecida y reblandecida de carácter por parte de Peter Lim. Sin embargo Enzo, en vez de tirar de galones en beneficio del grupo, ha transmitido un liderazgo tóxico, a juicio de varios de los entrenadores que han desfilado en dos años de galopante crisis. Tan cuidadoso en los detalles de la convivencia interna del equipo, Marcelino ha tenido claro que no quería ver a Pérez ni en pintura.

La venta de Enzo, un síntoma para los siguientes traspasos

Las cifras en las que se moverá el traspaso de Enzo Pérez, con 2,5 millones de euros, exhibirán una devaluación de un 90 % respecto al precio que pagó el Valencia hace escasos dos años y medio al Benfica.

Entre todos los jugadores descartados, Enzo no era de los que tenía un encaje tan complicado en el mercado, en comparación a otros casos como los de Aymen Abdennour o Aderlán Santos. Sin embargo, su salida parece un síntoma de cómo se pueden desbloquear, después de un primer mes de mercado sin apenas movimiento, el resto de traspasos: aceptar ofertas a la baja, pero garantizar el cobro de «cash» y rebajar el coste de plantilla liberando fichas altas para posibilitar fichajes.

El siguiente de la lista puede ser Diego Alves. El guardameta brasileño conserva un buen caché de mercado y son varios los clubes, sobre todo italianos, los que se han interesado por sus servicios, a la espera del efecto dominó del futuro de Donnarumma y Pepe Reina.