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Perfil

Anil Murthy, el presidente tranquilo

Anil Murthy, el presidente tranquilo

Anil Murthy, singapurés de 44 años, se convierte desde hoy en el presidente número 35 del Valencia CF y pasa a engrosar una galería de mandatarios en la que están míticos como Luis Casanova, Julio de Miguel o Arturo Tuzón.

Dos datos parecen indicar que estaba predestinado a ser presidente: nació un 19 de marzo -el día que se fundó el club- y tuvo una novia «erasmus» valenciana. Es ingeniero eléctrico y mecánico, ha ejercido de diplomático con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Singapur y fue jefe adjunto de la Misión en París y Delegado Permanente de Unesco 4 años.

Sus padres, de origen indio, llegaron a Singapur en 1967, tras proclamarse la independencia del pequeño país asiático del Reino Unido. Su padre, ingeniero civil, fue profesor de universidad y su madre ama de casa. Becado, como sus tres hermanos, estudió en París. De pequeño fue seguidor del West Ham porque su hermano mayor así lo decidió: Anil sería de ese club, otro hermano del Ipswich Town y al pequeño le dio libertad para elegir y optó por el Manchester United.

De joven practicó atletismo, hockey y bádminton. También jugó al fútbol como medio centro defensivo. Siempre se sintió un organizador. Casado en segundas nupcias, tiene tres hijos: Arjuna (14 años) y Adiya (10 años), fruto de su primer matrimonio, y Neel (5 años) nacido de su unión con Jade, su actual esposa. Los tres pequeños ya se declaran como valencianistas. El mayor alucina cuando ve a su padre firmar autógrafos o hacerse fotos con aficionados.

Se trata de un hombre, ante todo, muy tranquilo y suave en las formas al que solo le saca de sus casillas la desorganización. Por eso su obsesión es que en todos los departamentos del Valencia CF impere el orden, única forma de que la entidad funcione. Dicen que soporta bien la presión y que no se aparta del camino trazado.

No es un hombre de fútbol y lo reconoce, por eso sus amigos de toda la vida le preguntan cómo ha acabado siendo presidente del Valencia CF.

A Anil Murthy hay que reconocerle su predisposición a integrarse lo más rápido posible en la sociedad valenciana, el principal problema de Layhoon Chan, su antecesora en el cargo. La hasta ayer presidenta se fue sin hablar castellano, como también le sucede a Kim Koh, otro de los pesos pesados de Meriton en València que no articula una palabra en español. Sin embargo, Murthy ya manejaba un castellano bastante fluido al mes de llegar a la capital valenciana. Le encanta València, su clima, su gastronomía y se esfuerza en entender la idiosincrasia de los valencianos.

Ganar al Madrid le hizo feliz

El momento más feliz desde su llegada, hace ocho meses, fue el día que el Valencia CF ganó en Mestalla al Real Madrid, una explosión de adrenalina (2-1). La dimisión de Cesare Prandelli, al que no desea ver ni en fotografía, supuso el momento más doloroso. Del italiano piensa que era una persona egoísta que solo pensaba en sus intereses y no en los del club (hay una denuncia en curso del VCF contra Prandelli por haber roto su contrato con la dimisión en diciembre). Aunque, visto cómo Voro salvó después al equipo, le habría puesto un lazo el día que el técnico puso pies en polvorosa.

Huye de la notoriedad

El nuevo mandatario se pasa las 24 horas pendiente del teléfono móvil, con el que despacha a diario con el máximo accionista, Peter Lim. Reconoce a sus allegados que desde hoy tiene una gran responsabilidad. Los ocho meses de estancia en la ciudad le han hecho ver la enorme repercusión social del Valencia CF. Huye de la notoriedad, no busca la fama aunque sabe que a partir de ahora los focos le apuntan. Ha pasado de un discreto segundo plano a la sombra de Layhoon Chan, su antecesora, a ser el centro de las miradas.

¿Qué tipo de presidente será Anil Murthy? Ante todo es el hombre fuerte de Peter Lim en el Valencia CF. De hecho, es una persona de total confianza del máximo accionista. Murthy conoció a Lim cuando colaboraba en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Singapur y desde entonces han labrado una gran amistad. Ambos están en permanente contacto diario.

Por lo tanto, pese a que el director general, Mateu Alemany, asume prácticamente la gestión del club -con un peso muy específico en la parcela deportiva junto a Alesanco y Marcelino-, Murthy no quiere ser solo la «sonrisa» del Valencia CF, pese a su capacidad para seducir y ser la cara amable de la entidad. Quiere participar en la gestión porque es una pieza del plan trazado para cambiar el club, como también lo son Alemany, Alesanco y Marcelino.

Es decir, tendrá un papel ejecutivo y debe afrontar una etapa de reestructuración del club. Como suele afirmar, le encantan los números. Y si es por números, el Valencia CF le asegura mucho trabajo.

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