Marcelino García Toral dio el chupinazo a la temporada 2017-2018. El entrenador cogió ayer el mando del Valencia CF en una primera sesión de trabajo con balón, plagada de jugadores del filial. No estaba Santos. Pero tampoco había demasiadas caras nuevas. A los fichajes aún se les espera.

Sin embargo, Marcelino no tiene demasiada prisa. Está tranquilo. Sabe que tiene que construir un nuevo equipo, y que eso no se logra de la noche a la mañana. Por este motivo, la verdadera preocupación del entrenador no es tener cuanto antes a los refuerzos ya disponibles, sino acertar con los fichajes.

Marcelino quiere dar en el clavo. No le importa que las nuevas incorporaciones tarden un poco más en llegar. Prioriza acertar con el fichaje antes que tenerlo enseguida entrenando y que no sea el perfil adecuado. Es más. El técnico está mucho más preocupado porque los jugadores que no cuentan se marchen, como sucedió con Enzo Pérez primero, pasará con Santos, y la patata caliente será Diego Alves, antes que en insistir en que los fichajes se vistan ya de corto. Eso lo deja para el forofismo.

Ayer, Marcelino dirigió en la ciudad deportiva de Paterna su primer entrenamiento como técnico, que fue también la primera sesión de la temporada en la que el balón fue el protagonista.

El entrenador tuvo a sus órdenes a trece jugadores con contrato en vigor con la primera plantilla: el portero Jaume Doménech, los defensas Montoya, Vezo, Garay, Abdennour, Lato, los centrocampistas Parejo, Bakkali, Maksimovic y Orellana y los delanteros Simone Zaza, Santi Mina y Álvaro Negredo. No estuvo presente en el entrenamiento Santos, pero sí que trabajaron con el primer equipo los canteranos Sivera, Rafa Mir, Nacho Vidal, Javi Jiménez, Sito, Nacho Gil y Centelles, un lateral izquierdo que disputó la pasada campaña en el juvenil A, pero que llegó a debutar en el filial de Curro Torres.

Siempre riega el campo

El asturiano dejó el protagonismo a su cuerpo técnico, para que dirigieran el calentamiento, pero asumió el mando para dirigir los primeros ejercicios de circulación de balón de la plantilla, en unos cuadrados que previamente había hecho regar. Como es norma de la casa. Al técnico le guste que el balón ruede con velocidad.

Marcelino no paró de dar indicaciones durante la sesión, además de animar a sus nuevos jugadores de la cantera. Posteriormente, la plantilla se concentró en un hotel cercano a las instalaciones de la ciudad deportiva, porque por la tarde tuvo una nueva sesión de trabajo.