Marcelino García Toral busca un líder para el Valencia. Un referente del proyecto que tendría que venir en forma de fichaje pero que, si no es posible, se tratará de rebuscar en una plantilla a la que el nuevo cuerpo técnico tiene la obligación, y también el encargo, de exprimir en todo su potencial real, mayor que el que se ha visto hasta la fecha en forma de duodécima posición. Sobre este y otros aspectos de la actualidad charlaron ayer, durante una hora y media, el técnico valencianista y el director general, Mateu Alemany, en el entrenamiento matinal de ayer en Évian-les-Bains. Por la tarde, Alesanco y Vicente se incorporaron a la concentración y los cuatro cenaron juntos.

El técnico asturiano está muy satisfecho del nivel de implicación y trabajo de los jugadores desplazados a Francia, pero insiste en la necesidad de encontrar en el mercado un jugador que sea la proyección del ideario del cuerpo técnico sobre el césped. El déficit de liderazgo en el Valencia ha sido patente en los dos últimos años. No solo por los pésimos resultados, sino también por la ausencia de una jerarquía interna en una plantilla blanda de carácter que se ha traducido en la intermitencia de los portadores del brazalete, un símbolo desdibujado en Mestalla.

En ausencia de fichajes, ese rol ha recaído en Dani Parejo. El madrileño está ejerciendo de portavoz de todas las peticiones de la plantilla al nuevo cuerpo técnico. Además, Marcelino está encantado con el compromiso del mediocentro, que va a cumplir su séptima temporada en el equipo. En cada entrevista que ha concedido hasta la fecha, Marcelino ha resaltado la calidad de Parejo, un jugador en su opinión «diferente» si tiene los niveles de motivación adecuados. Transcurridos los cinco primeros días en la concentración francesa, el entrenador y sus ayudantes no dudan de que Parejo ha agarrado, con decisión, esa responsabilidad.

Si será suficiente con esa voluntad se verá con el tiempo. La historia de Parejo en el Valencia está salpicada de idas y venidas, de altibajos y rachas zigzagueantes. Pero una realidad es evidente. La mejor versión de Parejo ha llegado con los técnicos que mejor han sabido entenderle y rodearle de buenos jugadores. Pasó con Ernesto Valverde, que le hizo formar tándem con el Banega más fino, y luego se repitió con Juan Antonio Pizzi y la dupla junto a Seydou Keita. Por primera vez en mucho tiempo, Parejo está viviendo un verano tranquilo. El panorama es radicalmente distinto al de hace un año, en la pretemporada de Marlow, donde la tensión entre club y futbolista fue extrema. Ese desgaste se ha suavizado y Parejo parece convencido del actual proyecto. Además, su relación con la grada también se ha reconducido.

«El 31 de agosto habrá equipo»

La espera por los fichajes inquieta pero de momento no preocupa a Marcelino. Desde el cuerpo técnico se entiende que el club está realizando un «gran esfuerzo y trabajo» para satisfacer las exigencias de llegadas. Entre los fichajes que acaben por venir, y el trabajo que realice Marcelino para activar a los jugadores del actual plantel, se lanza un mensaje tranquilizador a la hinchada: «Se llegará al 31 de agosto con un buen equipo para competir». Los jugadores, por otro lado, se sienten cómodos con Marcelino, cuya personalidad, en ocasiones muy minuciosa, les ha transmitido seguridad a un grupo joven que necesita sentirse reafirmado tras dos años nefastos.