El Valencia CF logró una victoria que le permite afrontar con optimismo el inicio de Liga. A falta de completar la plantilla, y con la llegada de fichajes como Kondogbia, Paulista y Murillo que mejorarán y mucho el equipo, Marcelino le ha cambiado la cara a un conjunto fantasmagórico que deambulada por la zona baja de la clasificación. Aunque ayer la victoria fue por la mínima, ante una UD Las Palmas que jugó en inferioridad, el Valencia fue superior a su rival:
Presión y ritmo alto
El Valencia CF realizó una buena presión desde el inicio del partido e imprimió un ritmo alto a sus acciones. Una seña de identidad del entrenador es que los jugadores aprietan. Pero, por encima de todo, el Valencia ha mejorado su sistema defensivo y que ha cerrado la portería. No hay errores en la zaga, hay muy buenas ayudas, y los laterales se despliegan bien por la banda. Quizás falta mayor acierto en el gol porque Rodrigo y Cancelo estuvieron un tanto fallones.
De Zaza a Hallilovic
El encuentro lo encarriló pronto el Valencia gracias al gol de Zaza. El italiano, con una buena definición en el tanto, a pase de Carlos Soler, es un futbolista impulsivo que debe controlarse. Es peleón, y siempre está al borde de la segunda cartulina. Tras la expulsión a Hallilovic, estuvo al borde de marcharse también a la calle.
Posesión estéril
La UD Las Palmas ha perdido mucho con la marcha de jugadores como, por ejemplo, Roque Mesa, o la de última hora de Boateng. Y, aunque en la segunda parte el conjunto canario disfrutó de la posesión del balón, el equipo que pudo marcar el segundo gol fue el Valencia.
