La llegada de Jeison Murillo y Gabriel Paulista ha desbordado la nómina de centrales en el Valencia. Con Ezequiel Garay todavía en plantilla, más Rubén Vezo y Javi Jiménez en la recámara, la presencia de Aymen Abdennour queda reducida a un lujo muy caro. Marcelino García Toral ha dejado claro, de forma privada y pública, que no cuenta con el defensa tunecino. Sin embargo, el futbolista se resiste todavía a marcharse, a pesar de contar con una atractiva oferta del Zenit de San Petesburgo.

El Valencia ha dado el visto bueno al traspaso de Abdennour, de 28 años, pero la decisión sigue dependiendo del jugador, que dilata la aprobación final a cambiar de aires. Abdennour, que costó 23 millones de euros en 2015, procedente del Mónaco, fue contratado para ser el sustituto de Nicolás Otamendi, pero su rendimiento ha acabado siendo vulgar. Sin responder a las expectativas y, ni siquiera, adaptarse al club o a la propia plantilla. En los desplazamientos ha sido habitual que se desplazase sin ningún compartir asiento ni habitación con ningún compañero.

Este mismo verano, Abdennour rechazó una importante oferta del Besiktas, que también saciaba las pretensiones del Valencia, con diez millones como traspaso para un jugador cuyo caché rodaba cuesta abajo.

Esa negativa, unida a las dificultades que el Valencia tenía para moverse por el mercado en julio, hizo que el club plantease a Marcelino la posibilidad de utilizar a Abdennour como el primer central desde el banquillo. Se pedía al técnico asturiano que reciclase el potencial que el internacional tunecino había demostrado en la Ligue 1. En otras palabras, que repitiese el mismo proceso que hizo con Víctor Ruiz en el Villarreal, donde ha vuelto a su mejor versión. La evolución de la pretemporada ha convertido esa vía en una innecesaria utopía.

Kondogbia ya es uno más

Por otro lado, Geoffrey Kondogbia se entrenó ayer junto al resto de la plantilla valencianista a las órdenes de Marcelino, y podría ser uno de los recursos a utilizar en la visita al Real Madrid del próximo domingo. El centrocampista estuvo bastante unido a su excompañero del Inter, el colombiano Jeison Murillo, pero formó parte con normalidad del resto del grupo y participó al mismo nivel que el resto de sus compañeros de equipo. A esta sesión de entrenamiento acudieron todos los componentes de la plantilla excepto Nani, lesionado, y Gayá, que se recuperaba del golpe sufrido ante la UD Las Palmas.