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Entrevista

Fernando Giner: "Muñiz y Marcelino sacan máximo rendimiento"

Giner revela que un aficionado quiere devolver a los Veteranos el banderín perdido de la final de Champions ante el Madrid en 2000 en París

Fernando Giner: "Muñiz y Marcelino sacan máximo rendimiento"

Fernando Giner (Alboraia, 52 años) ha sido jugador, entrenador, directivo, concejal de Deportes del ayuntamiento de su pueblo y, desde hace ocho años, presidente de los veteranos del Valencia CF.

P ¿A qué se dedicaban sus padres?

R Mi madre, ama de casa y mi padre trabajaba en Tabacalera reparando las máquinas. Él jugó en Tercera en los años 50 y 60, pero, desgraciadamente, faltó su padre y hubo de ponerse a trabajar.

P ¿Cómo llegó al VCF?

R Yo jugaba en el Alboraya, en infantiles, nos enfrentamos al Valencia y me ficharon con 13 años.

P ¿Siempre de central?

R No, jugaba de extremo derecho. Me reconvirtieron en el VCF porque vieron mis cualidades reales. Mi primer entrenador en Paterna fue Canito, después tuve a Juanín, Cayuela, Morantes...

P ¿Era un fútbol muy distinto?

R No tanto. El cambio es en cuanto a los medios: las cámaras, la preparación de los árbitros y de los jugadores.

P ¿Cuándo debutó?

R 5 de diciembre del 82. Tenía 17 años. Contra el Salamanca. Entré por Castellanos. El entrenador era Miljan Miljanic. El momento es inolvidable. Calentar en la banda de Mestalla, escuchar que el mister te dice: ‘vas a salir, haz lo que sabes’, Españeta con el dorsal del campo y salir... cada vez que lo pienso se me ponen los pelos de punta. Se te pasan muchas imágenes por la cabeza de tu familia.

La primera vez que subí a un avión fue en un partido de UEFA contra el Spartak de Moscú.

P ¿Cuál era su principal virtud?

R Velocidad y lucha. Me daba igual jugar contra el Madrid o contra cualquier otro equipo.

P ¿Su mejor recuerdo en el VCF?

R Cada vez que salía al campo de Mestalla. El túnel de vestuarios me viene siempre a la cabeza. Y escuchar el himno.

P ¿Y el peor?

R Cuando me entero, por medio de un administrativo del club, que no seguía. Después de la final del agua de la Copa (1995). Fue traumático e inesperado para mí. Iba a renovar porque así me lo había dicho el presidente (Paco Roig) y yo quería continuar con el mismo sueldo. Lo pasé muy mal. Nunca había pensado salir de este club. Llevaba 12 años y quería renovar. No estaba mal porque venía de jugar con la selección. Tenía 29 años. Fui al club dos días después de aquella final para arreglar un tema para los compañeros y el empleado, Tronchoni, me dijo que tenía que firmar el finiquito. Yo no entendía lo del finiquito. El club estaba en la avenida de Aragón y, en el trayecto para coger el coche, me crucé con Camarasa, pero no le dije nada porque yo iba llorando. Me emociono cuando lo recuerdo porque lo pasé fatal.

P Un recuerdo más agradable es cuando los tres valencianos, usted, Camarasa y Voro, fueron con España a Irlanda a secar al gigante Tony Cascarino (13 de octubre de 1993).

R Me sacaba un palmo y medio, era imposible saltar con él, había que buscar otra estrategia. Tengo la foto de los tres paseando por Dublín. En aquellos años era difícil que fuera gente del VCF a la selección. Y encima toda la defensa era valenciana. Tres de pueblo, de Rafelbunyol, de l’Alcúdia y de Alboraia, era un sueño cumplido. Jugar con la selección representando al Valencia.

P Y tras aquella fase de clasificación para el Mundial de EE UU 94, el seleccionador, Javier Clemente, le dejó fuera.

R Sí, a última hora. Fui el único que jugó todos los partidos de clasificación. Lo pasé mal también. Fueron al Mundial Camarasa y Voro. Nunca le he pedido explicaciones a Clemente. Él siempre ha dicho que tiene una espina clavada por no haberme llevado. No tengo rencor.

P ¿Y el mítico partido de Eire?

R Ganamos 1-3, había que ganarlo. Y después vino Dinamarca en Sevilla, que lo jugamos Camarasa y yo, expulsaron a Zubi a los 10 minutos y entró Cañizares. Ganamos 1-0 con gol de Hierro, que retrasó su posición a la defensa porque, al entrar Cañizares, se había retirado Camarasa.

P Por cierto, reconoció en su día que el Barça les primó por ganar al Deportivo en el final de Liga del 94.

R No he dicho nunca eso. Dije que teníamos prima por ganar.

P ¿De quién?, ¿del Valencia?

R Teníamos prima por ganar, pero nunca he dicho de quién.

P Por otro lado, usted fue el rey de las bromas en el vestuario, ¿eran para liberar la tensión?

R Nos ayudábamos todos, nos servía de válvula de escape. La gente puede pensar que somos profesionales y debemos estar preparados; todo lo que quieras, pero al final somos personas y cada uno tienes sus límites para soportar la presión y el dolor. Para mí era algo innato el sacar una broma cuando y donde se podía. Nunca he tenido problemas con nadie por ellas. Participábamos casi todos: Camarasa, Quique, Arroyo.... A veces a una broma se unían 15 de los 19 concentrados.

P De sus dos años en el Sporting, ¿qué recuerda de Muñiz?

R Muy buen chaval, jugábamos los dos de centrales. Respetuoso, comprensivo y trabajador. Muy buen compañero. Tuve de técnicos a Novoa, Rezza y Benito Floro. Nos mantuvimos en Primera.

P ¿Y los dos años del Levante?

R Venía de un año malo en el Hércules y quería dejarme el fútbol porque no entendía cosas. El Levante era Segunda B, pero para mí fue un reto y mucho riesgo. Estaba convencido de mi capacidad para subir de Segunda B a Primera. El entrenador era Pepe Balaguer, que había sido segundo de Roberto Gil en el Valencia muchos años antes. Fue una ilusión porque el Levante era el equipo al que yo iba de pequeño andando por los campos de chufas desde la finca que yo vivía en Alboraia, mis padres me veían. Yo vi cómo se construía el campo del Levante.

P ¿Qué se encontró?

R Un club tocado tras muchos años en Tercera y Segunda B, tenía una estructura muy básica. Pude aportar mi experiencia para ver crecer el club. Estuve muy integrado. La afición se portó y se sigue portando de forma extraordinaria. Dos años como jugador y dos como segundo entrenador y delegado. Fui capitán. El Levante creó una estructura y progresó. Tuve la suerte de nacer en el Valencia, desde los 13 a los 29, y después acabar mi carrera en el club donde vi fútbol profesional desde niño.

P ¿No tuvo problemas de conciencia por venir del VCF?

R Ninguno en absoluto. Me enfrenté dos veces al Valencia en Copa y nos eliminó en las dos.

P ¿No valía como entrenador?

R Siempre he intentado formarme. Cuando empecé a jugar, dejé los estudios (mecánica del automóvil), pero siempre he intentado hacer cursos de formación en actividades que me gustaran. Hice un máster en dirección y gestión deportiva, y me dieron la oportunidad de la concejalía de Deportes de Alboraia. Estuve 8 años y me sirvió para conocer por dentro la administración. Y empecé a entrenar en la escuela de fútbol del Planter, con Fernado, Alvaro Cervera y Oltra. Después vino Belodedici. Y después probé en el Olímpic de Xàtiva, donde subimos a Tercera, y en el Castellón B, donde me llevé una decepción (los directivos querían mandar).

P ¿Cómo llega a ser presidente de los veteranos?

R Hace ocho años hubo compañeros que me empujaron a entrar en la Asociación de Futbolistas: Voro, Camarasa, Robert, Serer...

P ¿De qué está más orgulloso?

R Primero de la continuidad: antes fueron presidentes Puchades y Claramunt. La única forma de crecer era cambiar la gestión. Lo aceptaron los compañeros y crecimos hasta ser ahora una asociación considerada por el club. Hemos dado un contenido que le ha aportado valor al club.

P ¿Qué presupuesto tienen?

R Casi 300.000 euros. El club nos da una subvención de 36.000 euros, los jugadores del primer equipo aportan voluntariamente un 0,5% de su sueldo, y también ingresamos de partidos que jugamos y de subvenciones privadas como La Caixa a cambio de labor social.

P ¿En qué consiste el programa de reminiscencia?

R En ir a los 52 centros de residencias de ancianos del Ayuntamiento y dar una charla con tres jugadores, adaptándonos a las épocas. Si era gente más mayor, iban Valdez, Guillot, Waldo... hacerles a los que tengan algún deterioro cognitivo que les vengan recuerdos a través del fútbol. Waldo comenzó dando las charlas contando sus goles y ahora es uno de los que tiene esta enfermedad, y vamos a verlo a él.

P ¿Percibe un sueldo?

R Desde hace dos años, sí, antes estuve seis sin ninguna retribución de la Asociación ni del club.

P Se le ha reprochado ser muy blandito con el club en los dos últimos años.

R Cuando las cosas van mal, es muy fácil echar leña al fuego. Igual que cuando va bien es muy fácil subirse al carro. Nosotros debemos saber cuál es el objetivo de la Asociación, que debe apoyar al club. Y si hay algo que no nos parece bien, decirlo dentro. He discutido cuando fui consejero del VCF con Manolo Llorente. He sido muy crítico con Layhoon, pero dentro del despacho. Y con Anil, igual, desde el primer día.

P ¿El club está mejor gestionado con Mateu Alemany?

R Totalmente. Todos nos hemos dado cuenta, incluso los propietarios de las acciones, Meriton, de que se estaban equivocando, porque estaban desvalorizando el club y perdiendo ellos dinero. Y nos íbamos a pique. Hasta que le han dado la confianza a alguien que sabe de fútbol, pero, sobre todo, que sabe más de las interioridades del fútbol. Y entiende lo que es un club de fútbol. Hemos acertado. La estructura ha mejorado.

P Está preparando un partido de leyendas para noviembre.

R Sí, la prioridad es que este partido de leyendas se institucionalice, que se haga todos los años, que sea benéfico. Será el 11 o el 12 de noviembre.

P ¿Juega Kempes?

R Una cosa son los jugadores que pueden actuar y otra los invitados. Primero hemos contactado con los que pueden jugar. Si el Madrid, el Liverpool o el Zaragoza lo hacen, ¿por qué no nosotros? Tenemos grandes jugadores: Pablo Aimar quiere estar, igual que Piojo López, Ratón Ayala, Mendieta, Angloma, Miguel, Carboni, Baraja, Vicente, Angulo, Mista... El equipo del doblete más o menos.

P ¿Quién entregó a la Asociación de Futbolistas la bandera fundacional del Valencia?

R Estaba yo aquí en la sede, era agosto, y vino un hombre con una caja. Llamaron al timbre, salí y dijo: ‘¡Esto me lo han dado para ustedes!’ Entro al despacho, abro la caja y veo una tela blanca, la despliego y veo el escudo del Valencia. Ostras. Y por detrás está la senyera en seda algo deshilachada. ‘No puede ser’, digo. Pliego la bandera, cierro la caja y digo: ‘¿Qué hago ahora?’. Llamo a Pepito Vaello y le digo: ‘¿No tendrás una foto de la bandera original?’. En 10 minutos me fui a su casa a ver la foto. Y veo que es la misma. Esto viene a raíz de que, en la asamblea, anunciamos que queremos hacer un museo y un libro oficial de todos los jugadores del Valencia CF. Tenemos mucha gente que nos hace donaciones. Y la persona que tenía esta bandera pensó que la Asociación estaba pensado hacer algo que el club no había pensado hasta ahora.

P ¿Quieren tener un museo paralelo al del club?

R No, no sería lógico, pero sí hemos dado el primer paso. Lo que no entendíamos es que, de cara al Centenario, la afición valencianista y los aficionados al fútbol no tuvieran un sitio donde ver la historia del VCF.

P ¿Sabía que el club no conserva ninguno de los banderines de las finales de Champions?

R Sí, hace dos horas me ha llamado un señor que tiene el banderín de la final del Real Madrid. Que cuando quiera puedo ir a verlo. No voy a revelar quién es. Como se perdió todo, no sabemos dónde está. Nos lo quiere ceder a la Asociación. Si se lo digo así al club, me enviará «a fer la mà», pero es que te lo dicen así. Este banderín es el que supuestamente el Valencia le tenía que haber dado al Madrid. Eso quiere decir que el Madrid tiene el que nos tocaba a nosotros. La labor de investigación es ver si el Madrid tiene el nuestro; que nos lo diera y nosotros darle el que ha recuperado este señor en un rastro.

P Volviendo al fútbol, ¿dónde juega su hijo, Ferran?

R Ha estado tres años en el Nàstic y ahora está en el Mallorca. Es zurdo y juega de interior. Es una ventaja que no juegue en mi posición, porque las comparaciones no son buenas. ¿Mi consejo? Esfuerzo e ilusión.

P ¿El mejor jugador con el que ha jugado?

R Pedja Mijatovic y Lubo Penev.

P ¿Mejor entrenador?

R Por la época que era, por la juventud y por el rendimiento que nos sacó, Víctor Espárrago.

P ¿La mejor jugada?

R Un gol al Atlético en Mestalla (1-0): un córner a favor del Atlético, despejo, me llevo el balón, hago una pared con Fernando y llego hasta la otra portería. De portería a portería.

P ¿Qué derbi prevé el sábado en el Ciutat de València?

R Los dos equipos están superenchufados en este arranque de temporada: contra el Madrid han mostrado que son equipos que quieren tener un papel importante en la Liga. Para el Valencia es mejor jugar en casa del Levante. Como siempre digo cada vez que se enfrentan, que cada uno gane en su casa.

P Son equipos muy sólidos, pero les falta gol.

R Son dos entrenadores que trabajan muy bien y saben lo que quieren (es muy importante para un entrenador saber lo que quiere). El gol no solo viene de un goleador, sino que hay que buscar otras formas. Esa es la calidad del entrenador: sin un hombre gol, debes saber cómo llegar a la portería contraria. Y estos dos entrenadores, igual que Valverde, sacan mucho rendimiento a todos los jugadores que tienen. Pedir jugadores es muy fácil, pero tú lo que debes hacer es sacarle rendimiento a los que te traigan.

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