Un Valencia espectacular a la contra conquistó anoche Anoeta. Lo hizo con un equipo desencadenado a la carrera del supersónico Guedes, que participó en dos de los tres goles: uno se lo sirvió en bandeja a Rodrigo y el otro a Zaza. Entre medias, Carlos Soler sumó su cuarta asistencia en seis jornadas en un pase interior magistral a la llegada del debutante como titular Nacho Vidal, que resolvió con clase: picando con el exterior de la bota derecha a la salida de Rulli.

El Valencia lleva velocidad de crucero hacia posiciones europeas. Sigue invicto y ayer jugaron en Anoeta hasta cinco valencianos: Jaume, Gayà, Lato, Carlos Soler y Nacho Vidal. La única nota negativa fue la expulsión de Kondogbia por doble amarilla: no jugará el domingo frente al Athletic en Mestalla.

Sustentando por la fortaleza de sus dos centrales, Gabriel Paulista y Garay, el cuadro de Marcelino se siente mucho más cómodo al replegarse y salir disparado que al llevar la iniciativa (le tocó durante 10 minutos, entre la expulsión de Zubeldia y la de Kondogbia, cuando la Real se encerró y el Valencia se quedó sin inspiración). Al expulsar al mediocentro francés, el conjunto donostiarra volvió al ataque y el Valencia lo remató en otra contra de Guedes lanzada por Gabriel Paulista. El extremo portugués cedido por el PSG, sin opción de compra, vino a Mestalla tras haber hablado con Marcelino, que lo convenció para que desechara otras ofertas.

El partido resultó trepidante, con la Real y el Valencia a toda mecha, sin un segundo de tregua para el rival. Las transiciones del cuadro de Marcelino, a la velocidad de la luz, fueron una amenaza constante para Rulli. Primero erró Zaza un pase fácil con la derecha tras un magnífico servicio de Carlos Soler. Después entró en acción Guedes, un pura sangre al llegar en carrera. Atacó la zaga donostiarra, quebró a Rulli y su centro atrás lo embocó casi desde la línea Rodrigo Moreno, su tercer tanto en los tres últimos encuentros. La recuperación física y anímica del hispano-brasileño, después de un arranque discreto de campeonato, cabe anotarlo también al trabajo del cuerpo técnico.

La Real no cedió sino que dobló su apuesta. En un centro de córner de Oyarzabal desde la derecha, a pie cambiado, Aritz Elustondo encontró el remate de cabeza (ayudado con el hombro). El Valencia cedió un par de ocasiones de gol por sendos fallos en la entrega del balón primero de Gayà y después de Parejo. Jaume Doménech, con mucha presión tras las buenas prestaciones en las jornadas anteriores de Neto, estuvo a la altura de un equipo muy bien puesto. Marcelino quiere a todos enchufados y, sí, Jaume se ganó anoche el sueldo.

Error de Kondogbia

El ritmo no bajó en el arranque de la segunda parte. Y otra meteórica contra del Valencia la concluyeron con sutileza dos de los chavales de la cantera, Carlos Soler y Nacho Vidal. La conducción y el pase interior de Soler, primorosos, y la picadita con el exterior de la diestra de Nacho Vidal.

La Real se quedó con uno menos por la expulsión del central ayer Zubeldia tras un intento de chilena que golpeó en la cara de Gayà. Marcelino respondió con un triple cambio para aprovechar la superioridad numérica. El VCF se atascó, sin embargo, con el ataque posicional. Anoeta pidió la expulsión de Kondogbia y el árbitro accedió después de que el medio francés cometiera la imprudencia de levantar la bota tras rebañar una pelota ante Januzah. Era la segunda amarilla.

Tras la doble roja, Pereira y Guedes arroparon a Parejo en el medio del campo (Marcelino ya había hecho de una tacada los tres cambios). El partido parecía congelado hasta que Paulista se rebeló contra el conformismo. El central brasileño envió largo y raso a la cabalgada de Guedes y el portugués dio una nueva muestra de generosidad al asistir al transformado Zaza: ya no comete faltas sino que concentra sus energía en lo realmente importante: el gol.