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Intercambio de camisetas

Intercambio de camisetas

V ivir en València marca a los jugadores que han pasado por el club. En la mayoría de los casos, una vez retirados, muchos fijan aquí su residencia y otros regresan periódicamente a la ciudad porque ya la consideran su casa. La, llamémosle felicidad que aquí encuentran, también sirve de gancho para atraer a otros. Por ejemplo, no quiero decir que Neto fichara por el València porque lo convenciera Joaquín, pero sí que, tras escuchar la propuesta del club y las seductoras llamadas de Marcelino, la agitprop de Joaquín ayudó a que el brasileño firmara. En la Fiorentina compartieron vestuario y, en esa época, el ahora líder del Betis hablaba mucho de València y del Valencia CF. La relación que nació en Florencia, años después, se mantiene intacta. Mañana se reencontrarán en el Villamarín y, salvo cambio de planes, se intercambiarán las camisetas. Vengo a contar esto porque, a pesar de todo y todos, los futbolistas que pasan por el Valencia guardan un gran cariño por la ciudad y siempre pueden echar una manita para más cosas de las que nos imaginamos. Quizás por eso, el club debería empezar a plantearse lo importante que es «vestir bien» todas y cada una de las salidas. Joaquín, Guardado y Barragán, hoy chicos de Quique Setién, se marcharon como otros muchos, muchísimos, en silencio y digo yo que es de club grande quedar bien con Dios y con el Diablo.

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