El Valencia CF no gana un título desde que Baraja y Marchena levantaran la Copa del Rey en 2008. El Sevilla lleva cuatro títulos (3 Copas de la UEFA y una Copa del Rey) desde esa fecha. Pese a ello, el Valencia CF todavía mantiene la cuarta plaza en la clasificación histórica de la Liga, mientras que el Sevilla es sexto.

Sin embargo, la rivalidad entre Valencia y Sevilla se ha multiplicado en las últimas temporadas, con dolorosas eliminaciones de infausto recuerdo en Mestalla. El Valencia no andaba fino y el conjunto de Nervión pesó en río revuelto. Pero este año las cosas han cambiado.

Los de Marcelino andan como un tiro, segundos en la Liga y goleando, mientras que los de Berizzo titubean. La goleada encajada el pasado martes en Moscú (5-1) en la Champions, habla muy a las claras del estado de ánimo de ambos conjuntos. Ha llegado la hora de hincarle el diente a los andaluces.

Con Marcelino, el Valencia ha recuperado la solidez. El sistema 4-4-2 funciona con precisión. Berizzo no logra que el 4-3-3 de su Sevilla carbure. Los problemas en el centro de la defensa, el hecho de que varios jugadores (Banega, Navas, Nolito etcétera) estén de vuelta, que no haya encontrado un delantero centro goleador, le penalizan.

Berizzo es un clon de Marcelo Bielsa. No concede entrevistas y tiene una manera de entrenar muy funcional. Sin embargo, su propuesta no es tan cuidada como la de Sampaoli. El argentino, que apartó al valencianista Orellana cuando dirigía al Celta, es un entrenador que da especial importancia a una preparación física drástica para poder presionar al rival desde zona de inicio. Su apuesta con balón es de un ataque elaborado. Sus equipos juegan la pelota desde atrás, mucho pase en corto, para combinar y llegar arriba por los costados.