Décima prueba para comprobar la fortaleza del asombroso Valencia de Marcelino García Toral. El Alavés planteará un reto distinto al equipo blanquinegro, que ha exhibido su destreza e irreverencia en grandes citas y escenarios, contra Real Madrid, Atlético, Betis o Sevilla. Las reducidas dimensiones de Mendizorroza, la probable lluvia a la hora del partido y, sobre todo, el alto nivel de motivación y de intensidad emocional que Gianni De Biasi imprime siempre a sus equipos, desde el Levante UD hasta la selección de Albania, complica el pronóstico del encuentro por encima de las apariencias que muestra la clasificación, en la que el Valencia saca 18 puntos de ventaja a los alavesistas.

Se enfrentan el equipo con mayor eficacia de cara a portería, como el Valencia, con un 27% de puntería frente al marco rival, contra un Alavés que sólo ha logrado marcar tres goles, en dos de los nueve partidos transcurridos. Sin embargo, tras las estadísticas contundentes de las ocho derrotas del Alavés se esconden partidos muy reñidos. El Real Madrid sufrió para conservar el 1-2 en un partido de mucha ida y vuelta, mientras que el Barça tuvo que recurrir a dos apariciones de Leo Messi en la segunda mitad para llevarse los tres puntos.

La vida sin Parejo

ParejoEl partido tiene otra incógnita peligrosa para los valencianistas. No juega por sanción Dani Parejo, el termómetro que regula el estado de ánimo del equipo, un futbolista insustituible para Marcelino y que, después de tantos y tantos avatares, es el líder del proyecto. Hace más de tres años que el Valencia es incapaz de ganar sin la participación de su capitán. Dos son las alternativas que maneja el técnico para reemplazarle. La primera, la más lógica, es ubicar a Carlos Soler por el medio, como regista. Sin duda, el canterano es el futbolista que más se parece al de Coslada. De esa manera, Andreas Pereira sería titular por banda. Pero hay otra vía, que se abre por el gris rendimiento del extremo belga-brasileño (que ha brillado más como revulsivo) contra el Zaragoza en Copa del Rey. Una opción que gana fuerza, sobre todo, por el buen nivel de Nemanja Maksimovic en la Romareda. El centrocampista serbio está culminando, poco a poco, una integración que ha sido paciente por las particularidades de su aterrizaje: juventud, dificultades idiomáticas (no hablaba castellano, tampoco inglés) y sobre todo por las consecuencias de no haber jugado en la segunda vuelta de una liga menor, como la de Kazajistán, al negarse a renovar para venir como agente libre al Valencia. Unos problemas que han impedido ver, desde primera hora, que Maksimovic es un futbolista de calidad, buen manejo de balón y con el recorrido en el campo que le hizo liderar a la selección serbia al título mundial sub-20 contra Brasil.

Por lo demás, pocas son las novedades en el Valencia. Las dudas están en la zaga, donde Marcelino tiene cartas por escoger. El entrenador asturiano dejó ayer fuera de la lista a Orellana, que pese a su participación en Copa sabe desde julio que no entra en los planes del club. En el Alavés, De Biasi no podrá contar con el centrocampista Álvaro Medrán, uno de los valores más sólidos del conjunto vitoriano, que se cae por la «cláusula del miedo», al haber sido cedido por el Valencia.