Cada generación de aficionados de Mestalla ha conocido un Valencia grande. En cada década aparece, aunque no prolongue su hegemonía, una cosecha blanquinegra para el recuerdo. Los años «eléctricos» de los 40, la Copa del 54, el Valencia europeo de los 60, la Liga del 71, el reinado de Kempes que alcanzó hasta los primeros 80, la Copa del 99, el doblete de 2004... El Valencia de Marcelino tiene apenas tres meses de vida, y más de medio campeonato por delante, pero sus números hiperbólicos remiten a uno de esos bloques que hacen historia. Sobre todo por una exuberancia goleadora que no tiene casi precedentes.

Treinta goles, como treinta soles, iluminan al Valencia con solo 11 jornadas de liga disputadas. La media es de casi tres tantos por partido. Si se toman como referencia los años de las seis ligas conquistadas por el Valencia en su historia, se está ante una temporada grande. Hay que viajar hasta otro fútbol, en la década de los 40, en la que los equipos alineaban hasta cinco delanteros, para ver un arrebato similar. Únicamente en 1942 y 1944, los cursos de las dos primeras ligas, el Valencia superó los registros marcados por el grupo de Marcelino. En 1942, el equipo de Ramón Encinas marcó 31 goles, uno más de los que se llevan esta temporada. En 1944 se alcanzó un techo gigantesco. Hasta 38 goles, diez de ellos marcados por Mundo, marcó un Valencia que ventilaba sus partidos con marcadores como 8-0, como el que derrotó al Sevilla. En 1947, el del tercer alirón, el Valencia llevaba 17 goles.

Las ligas modernas del Valencia se adaptaron a un perfil de máxima eficiencia de los recursos disponibles para sorprender a Barcelona y Real Madrid, con una hegemonía ya consolidada. Con un falso 9 y una portería enladrillada por Abelardo, el Valencia de 1971 llevaba acumulados 17 goles en la jornada 11.

Todavía más espartanas eran las cifras del Valencia campeón de 2002. Aquel equipo ensamblado por Rafa Benítez, que cogió velocidad de crucero en la segunda vuelta con la dirección de Rubén Baraja, había marcado 14 goles en la undécima fecha. El Valencia acabó ganando aquella Liga con 51 dianas, solo 21 más de las que lleva registradas el actual Valencia.

En la última Liga, coronada en 2004, el Valencia comenzó mandando desde el principio, marcando jerarquía, sin recurrir a ningún factor sorpresa. El caudal ofensivo de aquel equipo había aumentado, sobre todo por la eclosión de Vicente Rodríguez, el mejor extremo zurdo de Europa ese año, y la explosión goleadora de Mista, en el mejor año de su carrera. El Valencia llegó a la jornada 11 con la nada despreciable cifra de 22 goles, y con algunas exhibiciones: 0-3 al Atlético, 4-0 al Espanyol o 0-5 en Mallorca.

En el actual Valencia, la manija goleadora queda a cargo de Simone Zaza y Simone Zaza, que entre los dos han coleccionado un total de 16 goles. El único año en el que el Valencia superó la cifra de 30 goles, sin lograr conquistar la Liga, fue en 1953. El equipo blanco marcó 31 goles en los primeros 11 partidos, en un año en el que acabó ganando la Copa y con una goleada al Sporting por 8-0.