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Opinión

Hombres de club

Hombres de club

Ningún valencianista que se precie debería marcharse al otro barrio sin haber conocido al detalle la obra y milagros de Don Vicente Peris. Sin lugar a dudas, uno de los ejecutivos más influyentes en la historia casi centenaria del club de Mestalla. En 1939 -tenía 17 años- consiguió su primer empleo en el Valencia CF como botones. Con el paso del tiempo fue desempeñando funciones de mayor responsabilidad, hasta llegar al cargo de secretario general, primero, y gerente, después.

En la década de los sesenta y principios de los setenta, se convirtió en figura referencial del fútbol español y sus complejos despachos. Fueron tiempos prolíficos para el murciélago: dos títulos europeos de Copa de Ferias (1962 y 1963 contra Barcelona y Dinamo de Zagreb, respectivamente), una Copa del Rey que el capitán Roberto Gil levantó al cielo de Chamartín tras una final trepidante contra el Athletic de Bilbao y la mítica Liga conquistada en Sarrià con Alfredo Di Stefano pendiente de los transistores con los dos índices arriba.

Entre el profuso legado de Peris, la modernización en la estructura de la sociedad, el ascenso a Primera del Mestalla en 1952, el traslado a las nuevas oficinas ubicadas en la parte posterior del Luis Casanova, las mejoras en el alumbrado del estadio así como la instalación de un reloj y la recuperación del Trofeo Naranja.

Fue Vicente Peris, además, el impulsor de la publicación de un programa para los aficionados, a imagen y semejanza de la liturgia inglesa. Dotado de forma especial para las relaciones públicas, despertaba admiración y confianza a partes iguales entre jugadores y técnicos. El modo en que murió agiganta su leyenda de hombre de club con mayúsculas. Falleció de un infarto en las entrañas de Mestalla, tras un Valencia-Atlético de Madrid en la temporada 1971/72.

Huérfanos como estamos de dirigentes así, el viernes me vino a la cabeza Don Vicente Peris observando la ilusión con la que algunos accionistas se acercaban para pedirle fotografías a Mateu Alemany a la conclusión de la junta en Feria Valencia.

No pretendo establecer comparaciones, siempre odiosas. Hablamos de personas, tiempos y clubes diferentes. El fútbol se ha mercantilizado. Mandan las televisiones y los presupuestos de Madrid y Barça convierten en una utopía soñar con un Valencia campeón como aquel de 1971, concebido, gestado y parido -en gran medida- por Peris.

Pero hay algo que no ha cambiado. El entorno se derrite cuando detecta que el equipo de su corazón está en manos de un ejecutivo capacitado, con gran sentido de la empatía, que defiende al murciélago y antepone el escudo a todo lo demás. Desconozco si alguien en Mestalla le ha hablado a Mateu Alemany de Vicente Peris. No estaría de más que buceara en su leyenda. Seguro que le inspira.

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