Marcelino insiste en que el del próximo domingo ante el Espanyol es un partido trampa, porque Quique lo va a poner en japonés, pero la afición va de oca en oca y solo piensa que el Valencia CF puede ser el nuevo líder de la Liga dentro de diez días ante el FC Barcelona. En Paterna hay prudencia, pero la hinchada ya hace colas en las taquillas de Mestalla para el encuentro del próximo día 26.

El entrenador transmite a sus futbolistas que el de Cornellà va a ser un encuentro para ponerse el mono de faena, porque conoce quién se sienta en el banquillo del Espanyol y sabe que Quique no regala nada, mientras que ayer ya se vendieron unas 2.500 localidades para disputar la pole position a los Messi y compañía en un partido que será arbitrado por el gallego Iglesias Villanueva.

Ayer, la plantilla del Valencia completó el antepenúltimo entrenamiento antes de enfrentarse al Espanyol. Marcelino preparó una sesión vespertina con la idea de reunir a todos los jugadores internacionales. El último que quedaba por regresar, Maksimovic, ya se puso a las órdenes del técnico asturiano, como también lo hizo Simone Zaza, que también sigue ejercitándose con normalidad pese a que arrastra unos problemas en la rodilla. Los tres internacionales que el pasado miércoles se ejercitaron al margen del grupo, Rodrigo, Carlos Soler y Guedes, trabajaron ayer al mismo ritmo que sus compañeros.

Gabriel Paulista y Jaume, aquejados de una gripe a principios de semana, también trabajaron con normalidad. Las novedades de la sesión llegaron por parte de la Academia. Marcelino integró a varios jugadores del filial además de Ferran Torres, que ya formará parte de la primera plantilla a partir de enero próximo.