El elemento nuclear de la accidentada historia que ha llevado a Juan Bautista Soler al banquillo de los acusados es Rachid Behdaoui, un viejo conocido de la policía condenado por el Juzgado de lo Penal 10 de València por dos robos con violencia en casas habitadas, detención ilegal, lesiones y malos tratos a propietarios de viviendas en Valencia y la Pobla Llarga junto a cuatro compinches más.