El Valencia ha satisfecho sus ansias de volver a ganar y sentirse liberado, con una victoria muy trabajada sobre el Girona, que cayó exhibiéndose como un combativo rival que elevó la exigencia al límite. Los tres puntos, muy necesarios para los blanquinegros, se fraguaron a partir del verticalísimo fútbol de Gonçalo Guedes, que ha empezado a entrar en calor tras superar su lesión y que, con su velocidad, deleita a Mestalla. Vietto debutó jugando los últimos 20 minutos.

Valencia y Girona son dos equipos de acción, explosivos en su definición. En 5 minutos ya se contabilizaba un intercambio de golpes con un remate de cabeza de Juanpe a la salida de un córner, detenido en dos tiempos por Neto, una aproximación a la que no llegó Rodrigo por poco y un disparo desde la frontal de Guedes, como primer anticipo de la tarde supersónica que el portugués iba a regalar a sus aficionados.

Pero antes hubo que remontar el planteamiento valiente con el que el Girona sorprendió al Valencia, con el gol de Portu en el minuto 8. Hasta tres veces pidió perdón el canterano valencianista, por anotar un gol en el estadio en el que no se le dio la oportunidad de prosperar. El tanto vino precedido por la jugada de Mojica, carrilero largo con la defensa de tres centrales, que fue capaz de burlar la marca conjunta, hasta en dos ocasiones, de Pereira y Nacho Vidal, demasiado tímidos en la vigilancia. Las palabras de Marcelino en la previa, sobrecargando de presión al lateral ("el Valencia no espera a nadie"), no fueron quizá un argumento del todo oportuno para el jugador.

Mestalla convivía desde hace un mes con más frustraciones que alegrías, pero la racha no afecta al ánimo del aficionado, sabedor del nervio competitivo de los blanquinegros. La grada encajó el 0-1 con entereza, y reaccionó animando a un equipo subido a los lomos de Guedes, de nuevo fresco y decisivo. El exbenfiquista aparecía por todas partes, por ambas bandas y el centro. Su sola movilidad retrasó veinte metros la presión del Girona y provocó que el Valencia encadenara llegadas peligrosas. A balón parado con remates de cabeza de Paulista y Garay, un disparo desde el vértice del área de Pereira. Y entre medias el gol. Guedes llegaba tanto a línea de fondo que acabó empujando al Girona al error. Doble recorte del luso y centro raso y fuerte, que al rebotar en Ramalho a pocos metros de la portería, se introdujo en la red.

El partido se marchó al descanso con una fuerte presión sobre Fernández Borbalán, al que se le reclamaron dos penaltis. Uno iprobable, sobre Mina. Otro más sospechoso, en una acción de pillería de Rodrigo que se adelantó al despeje con los dos pies al suelo de Bono. La grada no marca goles, pero ese caldo de cultivo estaba todavía en ebullición cuando, a los dos minutos de la reanudación, Maffeo derribaba a Gayà, que tenía casi todo el cuerpo fuera del campo, en una jugada que trenzó de inicio Rodrigo. Bono adivinó la intención pero Parejo la mandó fuerte a la escuadra. 2-1 y la plantilla lo celebraba con la furia de sentirse liberados de un mal hechizo.

El Girona se lanzó con bravura a por el empate, con el incisivo Mojica, y dejó espacios para la carrera del Valencia. Rodrigo envió fuera un voleón, Mina, todo voluntad, no llegaba por un palmo a empujar un centro lateral. Guedes generaba ocasiones con cada esprint. En el 60 descargó la lluvia, temida toda la tarde, sobre un césped ya regado en abundancia. A partir de ese instante se frenó la frecuencia atacante del Valencia, también porque la gasolina de Guedes había entrado en reserva. Marcelino introdujo a Vezo por Nacho Vidal, a quien el público despidió con aplausos de comprensión, de responsabilidad, sabedores del momento complejo al que se enfrentaba el joven jugador.

El Valencia adolecía de precisión y claridad para sentenciar el encuentro, motivo por el que Marcelino dio sus primeros veinte minutos a Vietto, necesario desde el primer día. El partido seguía en un escenario inquietante, con el Girona aportando más sensación de peligro. Neto voló literalmente para desviar un cabezazo de Stuani. Vietto aportó criterio con un pase al espacio rematado por Rodrigo. Bono detuvo el primer intento y también el segundo, al rechace, de Maksimovic, último revulsivo. El atacante argentino rozó el gol, que tanto se le negó en el Atlético, en el minuto 90. Los despejes sin contemplaciones de Kondogbia y Paulista en los últimos minutos dieron cuenta de los sufridos y necesarios que eran los tres puntos.

FICHA TÉCNICA

Valencia: Neto, Nacho Vidal (Vezo min. 66), Garay, Paulista, Gayà, Kondogbia, Parejo, Guedes, Pereira (Maksimovic min. 81), Rodrigo, Santi Mina (Vietto min. 73).

Girona: Bono, Maffeo (Aday min. 65), Bernardo, Juanpe, Ramalho, Mojica (Marlos min. 73), Pere Pons, Granell (Borja García min. 46), Portu, Timor, Stuani.

Goles: 0-1: min. 8 Portu. 1-1: min. 26 Ramalho en propia puerta. 2-1: min. 47 Parejo, min. 47 de penalti.

Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Pereira, Garay, Mojica, Bernardo, Kondogbia, Stuani, Maksimovic, Paulista.

Incidencias: Mestalla. 27.749 espectadores.