El Valencia da un salto de calidad técnica con la presencia de Vietto, que aprovechó anoche todo el campo desbrozado por Zaza para desplegar el manual de sus cualidades: regate, pase y tiro colocado. Uno de ellos, desde unos 40 metros, se coló por la escuadra y será uno de los tantos de la temporada.

El atacante argentino aumentó gradualmente la plasticidad de sus goles. Su presencia le viene de cine al cuadro de Marcelino, capaz de golear también sin Guedes. Y de pasar como un grande a los cuartos de final de la Copa del Rey.

El Valencia salió a toda máquina y acumuló cuatro ocasiones claras en apenas 20 minutos. Hiperactivo Zaza, galvanizó todo el juego de ataque, con los interiores (Andreas Pereira y Nacho Gil) muy incisivos. Nacho Gil dibujó dos inteligentes desmarques que le dejaron ante Lizoain: remató fuera de primeras una pase atrás desde la línea de fondo de Andreas; y disparó contra el portero tras un delicioso pase interior de Zaza rompiendo el fuera de juego.

Perdonó mucho el Valencia hasta que apareció una de las jugadas preferidas de Marcelino. Una acción vertiginosa iniciada por Jaume, que envió con el pie al centro del campo a Zaza. El italiano acunó el balón con el pecho hacia Vietto.

La arrancada del argentino permitió avanzar líneas hasta ceder a la izquierda, unos preciosos metros por delante, a Nacho Gil. El centro con la zurda del canterano lo cabeceó en plancha Zaza buscando el contrapié del portero Raúl, que rechazó el cuero con las piernas en plena estirada. Vietto aprovechó el rechazo para batir a Raúl con el interior de la bota derecha. No marcaba desde diciembre de 2016 y, liberado con ese tanto, se permitiría dos lujos en los dos goles posteriores.

Pero antes, el Valencia perdió protagonismo en campo contrario al final del primer tiempo. Se metió demasiado en su propio territorio y se equivocó al cometer tantas faltas (14), muchas cerca de Jaume. Las Palmas se sintió por primera vez cerca del gol cuando, a un centro de Vicente Gómez, acudió a rematar de cabeza Calleri a las mallas. Anulado porque el punta argentino había empujado previamente a Vezo.

Marcelino volvió a enchufar a sus jugadores tras el descanso. Andreas Pereira arrancó como el extremo que es y dejó tirado a Lemos. Lo mejor estaba por llegar. El brasileño envió al primer palo a Vietto, que recibió en ventaja y definió como un delantero de clase: levantando suavemente el balón por encima de Raúl. La jugada, a tres bandas entre Montoya, Andreas y Vietto, había sido espléndida. A Marcelino también le gusta la triangulación.

Velocidad punta de Ferran

Faltaba remachar la eliminatoria y lo hizo Maksimovic con un obús desde la frontal. El tiro fue ascendiendo hasta superar la estirada de Lizoain. Era ya una fiesta del contraataque cuando Toni Lato pifió un remate y se sonrió de su propio fallo. En el vendaval, Vietto vio adelantado a Lizoain y le envió un proyectil desde 40 metros que entró por toda la escuadra.

Le quedaba el último cuarto a Ferran Torres, recibido con entusiasmo por Mestalla, ávida de ver al nuevo talento. El extremo de Foios, de 17 años, dejó detalles de su enorme potencial con un regate largo por el extremo (velocidad punta), un pase a Rodrigo en una contra y una acción defensiva para congratularse con el espíritu indomable de Marcelino.

El técnico asturiano siente que el Valencia, tras el bache de finales de diciembre propiciado por las bajas, vuelve a elevarse.