La liberación goleadora de Luciano Vietto se reflejó en una imagen en el banquillo valencianista. En el momento en el que el delantero argentino dibujó su sensacional parábola desde 43 metros, Marcelino García Toral verbalizó su asombro con los jugadores suplentes en el partido contra Las Palmas: «¿Os dais cuenta de lo caprichoso e hijo de puta que es el fútbol?», aseguraba ante unos asombrados Ezequiel Garay y Neto Murara, tal como captaron las cámaras de Gol.

El entrenador expresaba su sorpresa ante los cambios, muchas veces aleatorios, de los que depende la vida de un deportista. Vietto llevaba sin marcar un gol en partido oficial durante más de un año, una sequía asfixiante para un delantero, cuyo trabajo se justifica con la puntería.

Apenas unas sesiones de entrenamiento y unas cuantas charlas habían servido para que Vietto aparcase los fantasmas del pasado y volviese a disfrutar de su oficio, como ha ocurrido con el resto de jugadores rescatados por Marcelino.

Era tanta la sed de gol acumulada por Vietto, que cuando se le preguntó con cuál de los tres goles se quedaba, reconoció que el primero, en el que recoge un rechace a bocajarro con el portero caído, fue para él más importante que las otras dos dianas, más bonitas desde un punto de vista estético.

«Es la primera vez que me sale»

La alegría que sintió Vietto tras marcar los dos primeros goles le hizo atreverse a intentarlo desde más de 40 metros: «Es la primera vez que me sale un tanto así», confirmaba. Ya no quedaba rastro de su maldición. Vietto se une a Leonardo, Sánchez y Miku, que también marcaron un hat-trick en su debut titular con el Valencia.