El acierto total en el proyecto deportivo de esta temporada sienta las bases de los objetivos de la campaña venidera, la del probable regreso a la Liga de Campeones en el año del centenario de la entidad.

El equipo del presente curso se ha levantado en base a la imaginación financiera de reclutar futbolistas de calidad con operaciones de bajo coste a partir de la fórmula de las cesiones. La continuidad de todos esos jugadores (Guedes, Murillo, Kondogbia y Vietto) obligará a una inversión económica muy fuerte después de unos años en los que las fuentes de ingresos del Valencia se han secado por su incomparecencia europea.

Preservar la continuidad de todos esos futbolistas obligaría a un desembolso cercano a los 120 millones de euros, contando con el pago extra por el fichaje ya acordado de Francis Coquelin, cifrado en 12 millones.

La operación por Gonçalo Guedes comprendería un desembolso entre 40 y 50 millones de euros. La opción de compra por Geoffrey Kondogbia está pactada con el Inter en 25 millones. Lucho Vietto, que ha empezado su etapa valencianista arrollando, costaría 14 millones según el acuerdo con el Atlético. El fichaje de Jeison Murillo implica el pago de otros 11 millones al Inter.

La suma parece inaccesible para un club que, precisamente, ha tenido que vender a sus mejores futbolistas en los últimos años para cuadrar cuentas. De hecho, el director general, Mateu Alemany, admitió en su última comparecencia pública que deberán deshacerse de algún jugador para ajustar el presupuesto, ya que a 30 de junio el Valencia debe generar 45 millones de beneficios.

Pero otros factores compensan los gastos. El regreso a competiciones europeas, vía Liga de Campeones, supondrá unos ingresos mínimos de 40 millones de euros, una partida prácticamente vacía en los dos últimos años.

Además, el Valencia, como informara la 97.7 Radio Levante, tiene previsto ingresar otros 40 millones de euros en concepto de plazos pendientes por parte de los clubes que ficharon futbolistas del club en los últimos años. Con todo, el Valencia no se vería obligado a ofrecer a sus principales referentes en el mercado.

Nadie quiere irse

Otro factor que invita al optimismo para mantener el actual bloque de Marcelino es el propio convencimiento de los jugadores. Después de etapas de intermitencia en clubes fuertes como el París Saint Germain o Inter, en el Valencia han vuelto a sentirse jugadores importantes de la mano del técnico asturiano.

Precisamente Andreas Pereira, cedido sin opción de compra, era tras el partido contra Las Palmas muy categórico sobre la posibilidad de ser llamado a filas por José Mourinho en el Manchester United: «No quiero irme. Quiero quedarme y ganar la Copa con el Valencia».