Con apenas una semana, John Guidetti ha reactivado al Deportivo Alavés, un rival que se presenta como un lobo con piel de cordero en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey de este miércoles en Mestalla ante el Valencia CF. El delantero sueco, de 25 años y cedido por el Celta, debutó con buen pie, con brega, ocasiones aunque sin gol, en la victoria alavesista contra el Sevilla del pasado fin de semana.

Con raíces familiares brasileñas e italianas, la biografía de Guidetti contiene exóticos elementos que lo convierten en un futbolista singular. El atacante escandinavo empezó a jugar a fútbol en Kenia, país al que su familia se desplazó en dos etapas de su infancia para dirigir una escuela sueca en Nairobi. Allí, en Kibera, Mathare y otros arrabales de la capital keniata, con niños mayores que él, Guidetti empezó a soñar con ser jugador. El jugador se enroló en las filas del Mathare United y el Idgi Ndogo, y con posterioridad declararía que el crecimiento emocional de aquella época fue clave para acabar siendo futbolista de élite en el futuro. Como muestra, Guidetti evocó en la revista King Magazine una de sus primeras vivencias en el fútbol keniata: "Lo primero que sucedió cuando empecé en el equipo fue que enterramos a nuestro capitán, que se ahogó junto con su hermano cuando iban a bañarse en una piscina de unos ricos después de un entrenamiento. Casi todos los niños jugaban descalzos".

El recuerdo africano perduró en la familia Guidetti. Mike, padre de John, exboxeador, medió para que el Brommapojkarna, club sueco en el que continuó jugando Guidetti, crease un equipo satélite en Kenia, el Impala Bromma Boys, al que surtieron de camisetas, balones y de la infraestructura básica para poder competir. La leyenda de trotamundos de Guidetti se agrandó en su última etapa de formación. Sven Goran Ericksson cazó su talento para el Manchester City previo al desembarco del jeque Al-Nahyan. Desde el City, Guidetti emprendería una serie de cesiones variadas al Burnley, Feyenoord, Stoke y Celtic, hasta llegar al Celta de Vigo en 2015.

Con su trabajo sobre el césped y su carácter carismático, Guidetti se puso en el bolsillo a la afición de Balaídos. Su contribución goleadora no fue excesiva, en un equipo con referentes claros como Iago Aspas, Nolito u Orellana. Su papel, sobre todo en la Copa del Rey del año 2015-16, en la que anotó cinco goles en el equipo que alcanzó las semifinales del torneo, fue muy celebrado. Ese mismo año, el Celta se clasificó para la Liga Europa y el éxito se celebró con una gran fiesta en la Plaza de América de la ciudad en la que Guidetti, micrófono en mano, llevó la voz cantante.

Ese verano, la canción "Johnny G", del grupo sueco Badpojken, era interpretada por las orquestas en las verbenas de los pueblos. Un tema coreado por Balaídos cada vez que Guidetti anotaba un gol. Lo comprobó el propio Valencia CF, en el partido de Liga disputado el 6 de octubre de 2016, cuando marcó el gol de la remontada viguesa. En todo Balaídos, resonó el hit: "Johnny G, Johnny G, will you marry me?". La afición de Mendizorroza quiere cantar el estribillo por primera vez contra el equipo de Marcelino.