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El lateral derecho

El lateral derecho

Quedan tres días para que se cierre el libro de pases de invierno y el Valencia no ha reforzado como debía una posición en la que cojea desde el comienzo de la temporada. Debo reconocer que me sorprende. El club ha evidenciado prestancia y dominio de los tiempos en los diferentes mercados que se han abierto con Mateo Alemany en el puente de mando. A pesar de ello y por razones difícilmente comprensibles, Marcelino García Toral no cuenta con un lateral derecho de primer nivel en la plantilla. El partido del pasado sábado ante el Real Madrid supone la penúltima evidencia al respecto.

Y eso que la dirección deportiva ha trabajado de forma concienzuda en el asunto. Porque, aunque sus componentes no comparezcan de forma semanal en sala de prensa para dar parte de sus viajes e informes sobre jugadores, el club sigue teniendo una dirección deportiva. No vayan a creerse que ha sido amortizada. Un departamento que, al margen del caso que reciba, suministra de nombres al entrenador para cada una de las demarcaciones que pretende reforzar. Una de las que Vicente Rodríguez y su equipo más han trabajado desde agosto es precisamente la de lateral derecho.

A mediados de noviembre estaba convencido que el club firmaría un jugador para esa posición el mercado de invierno. Estaba convencido incluso de que el futbolista sería Jonny. El versátil defensa del Celta acaba contrato en 2019, podía abandonar la entidad viguesa por una cifra no superior a 8 millones de euros y, en el caso de una hipotética venta de Gayà en verano, hubiera podido cubrir ambas bandas la próxima temporada. Por razones que no caben en esta columna -tiempo habrá- la vía Jonny quedó aparcada.

Desde entonces, Montoya ha jugado la mayoría de los minutos. Aunque no todos. Por ejemplo en Riazor se quedó en el banquillo para que Vezo -un central reconvertido- ocupara la banda. Nacho Vidal, que había cumplido con creces en el tramo inicial de Liga, únicamente desentonó la tarde del Girona, horas después de una críptica rueda de prensa en la que Marcelino pareció exigirle mayor rendimiento. Hasta anoche mismo, su agencia de representación y el club buscaban una salida para que no esté parado hasta junio. Extraño. Muy extraño.

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