Son dos gallos de pelea. Dos delanteros con personalidad muy acusada de esos contra los que ningún defensa quiere encontrarse. Simone Zaza y Luis Suárez, que protagonizarán el duelo goleador de la semifinal de Copa del Rey entre el Valencia CF y el FC Barcelona, son dos jugadores raciales cuya intensidad en cada partido es proporcional a la pasión con la que se afronta el envite de mañana jueves.
Zaza no llega a la eliminatoria ante el Barça en su mejor momento. El delantero italiano protagonizó un arranque de temporada espectacular en el Valencia CF y Mestalla cayó rendido a sus pies. Con 10 goles en el zurrón, es el máximo anotador del equipo. Pero en los últimos encuentros, el futbolista no ha visto portería y ha comenzado a estar preso de la ansiedad.
Tampoco le ayuda el hecho de no haber inaugurado el capítulo de asistencias a sus compañeros de equipo, mientras que en el capítulo de remates a portería por partido, se queda en un discreto 2.4 de media, porque no es un futbolista que pise el área rival con continuidad pese a lucir el «nueve» a la espalda. Es más, se le ve incluso demasiado alejado de la portería en algunos momentos de cada encuentro.
A Zaza, el hecho de tener que alternar rotación Liga-Copa junto a Vietto, con la pareja formada por Rodrigo y Santi Mina, tampoco le hace mostrar la mejor de sus sonrisas. Porque el delantero italiano es de jugarlo todo. Aún así, y pese al bajón que ha dado en el último mes, su rendimiento este año es más que aceptable. El único «pero» que se le puede poner a Zaza es que debe templar sus nervios. Y ser más inteligente. Seis tarjetas amarillas y una roja nunca juegan a favor del equipo.
Luis Suárez, por su parte, es un perfil parecido al italiano. El delantero del Barça también es un puro nervio dentro del campo, un futbolista que juega a mil por hora. El uruguayo es, al igual que Zaza, de los delanteros que tienen la portería metida en la cabeza. Que se enfada cuando no marca. Este año ya lleva anotados 16 goles y, además, se ha destapado como un gran pasador.
De hecho, cuatro tantos de sus compañeros llevan su firma en forma de asistencia. Luis Suárez remata hasta cuatro veces de media en cada partido y, pese a que siempre está metido en todas las peleas, con continuas quejas al árbitro, solo ha sido amonestado en 4 ocasiones con una amarilla y no ha visto la cartulina roja. Su rendimiento ha ido de menos a más.
